Instinto

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Residencia Chiba

La luz se colaba entre las cortinas de la ventana, el sonido del reloj era el único que rompía el silencio en la sala. El cuerpo de Darién se mantenía en medio de un pequeño charco de sangre, los ojos del moreno habían perdido su toque azul pasando a ser de un intenso gris, su piel se encontraba pálida y su cabello manchado de carmesí. El maullido de un felino irrumpió la quietud, el gato de color blanco atravesó el umbral de la puerta entreabierta curioso como dictaba su instinto se acercó a cuerpo golpeándolo con sus patitas. Para el pequeño animal todo ocurrió en cuestiones de segundos pues Darién lo tomo del cuello llevándolo hasta su boca.

Los gruñidos del animal se escuchaban por todo el departamento hasta que finalmente se detuvieron y Chiba recuperó el color de su piel, la herida de bala apenas había cerrado dejando atrás un pequeño orificio del tamaño de la cabeza  un alfiler.

—Maldita Chibiusa—sostuvo su brazo derecho con el izquierdo al sentir los temblores involuntarios que comenzaba a padecer. Se levantó del suelo caminando de manera torpe hasta el espejo de cuerpo completo en la habitación. Sabía que su cerebro aún conservaba gran parte de su capacidad debido a las innumerables inyecciones del virus y antivirus que había ejercido en él siendo esa la razón de haber evolucionado a diferencia del resto de los seres que estaban en la calle actuando de una forma errática y salvaje. Lentamente se dejó caer en el sillón observando las manecillas del reloj recordando el día que creo aquel virus y su vida cambió.

Estaba cansado de estar bajo la sombra de todos los estudiantes que habían sido elegidos por tener contacto con el decano de la universidad mientras su potencial se perdía debido a las injusticias, todos sus trabajos eran catalogados para alguien más y por más que presentaba pruebas no era escuchado, él un chico huérfano que casi toda su vida vivió en la calle hasta que fue consiguiendo el dinero para sustentarse y vivir de una forma aceptable. Nunca robo ni se atrevió hacerlo pues eso se encontraba lejos de los valores que sus padres le inculcaron. Muchas veces llegó a pensar que quizás eso no le importaría si la seguridad de su hermana pequeña no estuviese en sus manos, chibiusa tenía apenas unos catorce en esos días y debía asegurarle que tuviese buenos estudios, una alimentación balanceada que le beneficiará para su desarrollo, que viviera una vida donde no tuviese que preocuparse, esa era la razón por la cual luchaba tanto pero sus esfuerzos acababan siendo pisoteados o tomados contra su voluntad para beneficiar a otros. inutiles, fue la palabra con la cual los catálogo, sin embargo logro contactar a una joven prodigio en la rama científica, reconocida tanto nacional como internacionalmente por sus pequeños descubrimientos, fue así como logro aliarse con Setsuna. Valiéndose de todo logro trabajar en su laboratorio dando a conocer su trabajo, aún así no lograba ser suficiente para él. Cuando logró tener el dinero suficiente termino mudándose a un departamento, el cual modifico al comprar el piso inferior al suyo. Luego de haber obtenido todos los permisos eliminó la puerta del departamento inferior creando una entrada en el superior que logró ocultar lo suficientemente bien. Poco a poco fue equipo su laboratorio secreto, estaba tranquilo pensando que las cosas marcharían bien desde ese momento hasta que en una de sus investigaciones logro utilizar las células madres de un tiburón para tratar el cáncer, pero el día que presentaría su trabajo uno de sus antiguos compañeros de clases presentó uno de sus proyectos pasados como suyo y desistió, fue así como pasó el tiempo y continuo trabajando bajo la sombra de Setsuna.

Fue en un evento militar al que Setsuna fue invitada y decidió llevarlo con ella en el que conoció a Serena Tsukino, ella iba del brazo del hermano de uno de los  graduados con honores y al mismo tiempo hermano de una reconocida del medio militar y científico; Kakyuu Kou. Ese día no pudo apartar su mirada de ella, decidió presentarse pero Serena solo tenía ojos para su compañero. Por esa razón decidió buscar ayuda en su hermana, ella investigo a Seiya y planeo varios encuentros casuales entre ella y el moreno con el fin de saber de la rubia e informar a Darién. Al final Serena se desilusionó al ver a Seiya tan unido a la pelirosa, aquello solo preparo el terreno para que Darién pudiese acercarse y al final convertirla en su novia, aunque en el fondo sabía que la rubia aún guardaba sentimientos por el moreno.

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