Tiempo

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Dejo nuevamente de contar al pender la cuenta nuevamente y ¿Por qué? Sus nervios no la dejaban concentrarse, Seiya las había dejando en el auto mientras él se arriesgaba a recorrer el estacionamiento subterráneo de la torre Starlight, una parte de ella agradecía que la pequeña niña en brazos de Neherenia volvió a dormirse después de tomar pecho de su madre, Mina había decidido revisar las provisiones. Serena había apretado nuevamente el arma entre sus manos nerviosa de solo pensar en salir de allí y ser emboscados o toparse con Darién en su huida.

Un pequeño golpe contra el cristal las asustó, sin embargo la figura de Seiya las relajo.

—Debemos irnos ya—las tres asintieron antes de bajar, Seiya había recorrido cada rincón y si en el camino encontró varios infectados en el interior de sus autos aún. Su idea principal además de despejar el camino era encontrar el elevador subterráneo que los llevará alguno de los departamentos del último piso, al hacerlo le tocó disparar a un niño y su madre que estaban en el interior del elevador.

Serena tomo su mano al bajar, el moreno le sonrió indicándoles por donde debían ir. Tenían que aprovechar aún la luz del día y que la ciudad poseía electricidad necesaria para poder trasladarse de un piso al otro pues no sabían en que momento el suministro eléctrico sería cortado. Serena se estremeció al ver la sangre en el interior del elevador y supo por la expresión dolida de Seiya había sido él quien acabo con quiénes estuvieron allí.

—Iremos al último piso, yo cubriré el frente, Serena irás en medio cuidando de Neherenia y Mina...—la rubia lo miro esperando su orden—: cubriras la retaguardia.

—Sí, pero si usamos el ascensor y al llegar esta lleno de infectados, ¿Qué haremos?—las dudas de Mina hicieron eco en la mente de sus acompañantes, Neherenia miro a su bebé dormida en sus brazos y luego a los demás por su lado Serena solo pensaba en si sería capaz de usar aquella arma pero al darse cuenta de la mirada decidida de Mina y Seiya supo que ella debía ser igual que ellos dejando atrás todos sus miedos o no sobreviviría.

—Tardaremos más si usamos las escaleras, además llevamos una bebé y por ella debemos ser rápidos—el moreno le sonrió a la peliazul—: esa pequeña tiene derecho a vivir una vida pacífica.

—Mina, todos tenemos miedo y si es posible que encontraremos zombies una vez lleguemos al último piso pero no podemos hacer otra cosa que arriesgarnos o seremos comida de buffet aquí, yo tengo miedo aún así quiero vivir y lucharé. Estamos juntos en esto, debemos hacerlo por Lita, Amy y Yaten, ¿Entiendes?

—Sí—dicho aquello corrieron al elevador, Seiya les comento que él había eliminado la amenaza en su interior. Neherenia fue la primera en entrar en compañía de Serena seguida de Mina y Seiya quién miro más allá antes de accionar el botón que cerraría las puertas y seleccionar el piso diez. Miro el móvil maldiciendo al no tener señal. El resto de sus compañeros hicieron lo mismo llegando a la conclusión que posiblemente se debía al hecho de estar en el estacionamiento subterráneo.

Serena miraba uno a uno los números rojos cambiando en la pequeña pantalla negra, Mina revisaba las municiones de su arma esperando no encontrarse con alguna sorpresita. Seiya realizó una especie de cargador improvisado al atar dos de sus abrigos para que de esa forma Neherenia pudiese movilizarse con más comodidad cargando L bebé en su pecho, solo esperaba que aquella idea funcionará y no por un mal juego del destino se soltara y la niña terminará herida al caer al suelo.

—Apuntas y disparas—le recordó el moreno a la joven madre—: ¿Estas bien?

—Nunca pensé usar un arma antes, pero por mi niña haré cualquier cosa—y no mentía, Neherenia era alguien que prefería el pacifismo antes que enfrentar cualquier conflicto.

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