Deseo de Navidad

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La mañana de Navidad llegó casi tan pronto y silenciosa como el fresco clima de invierno. Aunque en Malibú no era común la nieve durante el invierno, se podía sentir el cambio de la temperatura.

Steve despertó sintiendo que el paso de las horas transcurrió demasiado rápido, claro que su agotamiento se debía a que no pudo conciliar el sueño después de la visita de Tony.

Después de que se fue y por pudor a los invitados no sería correcto que compartieran habitación.

¿En qué estaba pensando?

Se supone que no debería de estar dando vueltas a la pronta cercanía que estaban teniendo. Era solo una actuación, nada más.

Era su trabajo.

Aunque no negaría que Anthony era un hombre atractivo y cautivador el no estaba interesado en esa clase de relación.

Apartando los extraños pensamientos que tenía, el rubio se dio cuenta que su pequeña aún dormía entre sus brazos.

Sonrió y besó su frente con cariño. Teniendo sumo cuidado de no despertarla entró al baño para asearse.

Claro que al salir después de quince minutos y solo cubierto con una bata de baño se percató de que algo había cambiado en la habitación.

La personita en su cama ya no estaba envuelta entre las sábanas. En su lugar estaba siendo ocupado por el culpable de su mal dormir.


—¿Tony?. —Stark soltó una carcajada al ver como luchaba por cubrirse mejor con la bata. —¿Qué haces en mi cama?


—¿Acaso no es obvio Rogers?. —El castaño levantó sus manos al aire risueño. —Soy tu regalo de Navidad, puedes abrirme cuando quieras.


El rubio le arrojó una mirada de reproche, pero era tan vergonzosa y contagiosa su sonrisa que no pudo evitar sonreír.


—Muy gracioso, ¿Dónde esta Sarah?


—Coincidimos en el pasillo cuando iba a la cocina, me dijo que sería bueno para nosotros si fuéramos juntos.


—¿La dejaste bajar sola?.

Steve comenzó a buscar algo rápido para vestirse y unirse a su pequeña. Aunque realmente solo quería poner más capas de tela entre su cuerpo semidesnudo y la indiscreta e intensa mirada del castaño.


—Oye, tranquilo. —Tony le hizo señas para que disminuyera la velocidad. —entre mi familia y nuestra pulga, con gusto le apostaría a ella.


Steve no supo porque la palabra "nuestra" le hizo sentir un cosquilleo en su estómago.


—¿Podrías esperar afuera?


—¿Y romper el romanticismo?


Rogers soltó un incómodo suspiro y sin más remedio volvió a entrar al baño para vestirse, para su paz mental puso el seguro de la cerradura.

¿Por qué no podía dejar de pensar en ese beso?

Tony no parecía recordar o no le incomodaba lo que sucedió ¿Por qué era diferente para él?

[Contrato Amoroso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora