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Taehyung por fin entraba a su departamento, ya eran las 6 AM y un atisbo de luz del amanecer comenzaba a filtrarse por las persianas, se acercó a ellas luego de aventar sus llaves en la mesita de su sala. Con dos dedos apartó una parte de la persiana para ver el edificio de enfrente, contó los pisos y midió el espacio, para ubicar cuál sería la ventana del departamento de Jungkook. Aún no podía creer que tuviera al abogado de vecino,suspiró y se quedó estático viendo la ventana que creía era la de Jungkook, las cortinas color gris le impedían ver más allá.

Giro y se dirigió a su cuarto comenzó a quitarse su chamarra de cuero, y al mismo tiempo con un pie se quitaba el zapato del otro.

Comenzó a desabrochar su pantalón y quitó su cinto para por fin quedarse solo en sus boxers, se sacó la camiseta blanca que llevaba, y se sentó sobre su cama para empezar a quitarse sus calcetines negros.

Se tiró por fin en su cama sintiendo la frialdad de sus sábanas, no recordaba la última vez que había estado alguien acompañándole, debido a sus arduos estudios como doctor y a su ajetreada agenda de trabajo había pasado mucho tiempo desde que tuvo pareja, por supuesto en los últimos años había tenido un encuentro casual aquí y allá, nada del otro mundo.

Sus pensamientos empezaron a centrarse en una sola cosa, o mejor dicho persona.

A su mente comenzaron a venir flashazos de cuando estaba platicando con Jungkook en la fiesta.

Se esforzaba por ponerle atención a lo que le contaba, pues sus ojos no podían dejar de ver la hermosa sonrisa de grandes dientes y sus labios rosas y suaves.
Pero luego la rubia lo arrebato de su lado y la furia que se produjo en su sangre cuando después vio como está se restregaba contra él mientras bailaban, hizo que sin pensarlo se acercara a la pista de baile para observarlos discretamente, con su vaso de whisky en sus manos.
Envidiaba a la rubia en ese momento y podía dar cualquier cosa por ser él quien estuviera con Jeon en vez de ella. Fue así como se percató al instante de que un tipo se dirigía a golpearlo, y se pudo acercar rápido a detenerlo.

—¿Cómo sería besar tus labios Jeon? Si tan solo una vez pudiera hacerlo. Se decía a si mismo. Cerro sus ojos e imagino Jungkook de frente, soñando que con cuidado posaba sus manos en su cara acunandola y después atrapando su boca con intensidad.

Sacudió su cabeza tratando de detener su fantástica imaginación,
se llevó las manos a la cara para frotarse e intentar deshacerse de esos pensamientos.

Ya había logrado antes despertar la curiosidad en algun heterosexual, y por mero gusto físico al menos por una noche los había metido en su cama.

Y al toparse con Jungkook de nuevo ese día en la fiesta pensó que podría hacer lo mismo con él, sin embargo se dió cuenta que la atracción que sentía por el abogado iba más allá de algo meramente físico. Sabía que lo peor que podía hacer era empezar a tener sentimientos por alguien hetero.

—No Taehyung debes detenerte, ya sabes que enamorarte de un heterosexual solo te traería sufrimiento.

Siendo adolescente se había enamorado de su mejor amigo y cuando no pudo más y se lo confesó el chico no solo lo rechazó de la manera más vil y homofobica que pudo hacerlo,habiéndolo lanzado sin piedad al piso, insultandolo con palabras como marica, fenómeno, asqueroso entre otras palabras hirientes que dejaron marcado su corazón.

Las horas pasaron y Taehyung se quedó dormido sin saber en qué momento, despertó sobresaltado al recordar que pasaría a ver a Jungkook de nuevo para dejarle el medicamento.

Volteo para ver el reloj que tenía en la mesita a un lado de su cama.

01:10 pm

Se levantó rápido y se ducho, se puso unos pantalones color cafe y una camisa beige tipo polo y unos tenis del mismo color que su camisa.

Dejo su pelo revuelto que aún no se secaba del todo después de ducharse, cuando no iba a trabajar le gustaba dejarlo así para que lo peinara el aire, solía decirse a sí mismo.

Aunque siendo tan guapo no necesitaba más para verse bien, tenía incontables miradas por dónde pasará y él lo sabía.

Algunas mujeres ya se habían quedado con el corazón roto en cuanto se enteraban de su preferencia hacía los de su mismo sexo, alguna que otra había querido hacerle cambiar de opinión.
Pero lo cierto es que él estaba seguro de que los hombres eran lo suyo, y al día de hoy había uno en particular que se estaba llevando toda su imaginación.

Cruzo la calle una vez que salió de su edificio para encaminarse al de enfrente donde vivía quien le estaba ocupando su mente desde la anterior noche.

Tocó el timbre esperando a que le abrieran la puerta.

Espero por unos segundos donde oyó algo de ruido que venía desde adentro, un sonido de algo cayendo, después pasos apresurados y finalmente la puerta haciendo sonido al abrirse lentamente solo un poco dejando ver solo una parte de la cara del abogado quien apenas si podía abrir sus ojos, debido a lo inchado de su nariz.

—¿Te desperté?

—Algo así — dijo Jungkook abriendo más la puerta para darle paso a Taehyung, mientras el caminaba hacía adentro y se sentaba en uno de los dos sillones de su sala.

Taehyung no perdió detalle del cuerpo del abogado quien iba sin camisa y solo llevaba un pantalón color gris e iba descalzo.

Taehyung llegó y se sentó a su lado. Y con disimulo observo las abdominales bien formadas, ante tal imagen mordió un poco su labio inferior.
Pero luego trato de disimular y trato de sacar platica, debido a la cara somnolienta que aún presentaba Jungkook.

—Te ves como un muerto viviente.

—Lo soy, entre la resaca y el golpe en la nariz siento que estoy a punto de morir.

—Bueno a eso vine a revisarte y ayudarte con cualquier molestia que tengas.

Déjame revisar tu nariz.—a lo cual tomo con cuidado la barbilla de Jungkook para voltear lo hacía sí y alzo un poco su cara para ver las fosas nasales con la luz de su propio celular.

—Se ve bien, la inyección que te puse anoche evitó que empeorará la inflamación.

—Estás seguro, yo siento que me explotó la cara.

—Tal vez sea porque tú nariz ocupa gran parte de ella.

-—Jungkook rio ante la desfachatez de Taehyung le empezaba a caer bien el doctor, contrastaba bastante su semblante serio que comunmente aparentaba, con la personalidad despreocupada que en realidad tenía.

—Pues tú nariz no es la más fina del mundo Taehyung.

Taehyung encogió de hombros e hizo una risa cuadrada, que Jungkook nunca había visto y le pareció tan gracioso verlo de esa manera casi como si fuera un niño que había hecho alguna travesura, comenzaba a conocer otro lado del doctor y le empezaba a agradar mucho, cosa que era rara en él, tenía muchos conocidos sí, pero pocos le llegaban a caer tan bien.

Volteado como tazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora