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Después que perdió de vista al doctor Jungkook suspiro y se dió media vuelta para caminar hacia la entrada de su propio edificio, tomo el ascensor y subió hasta su piso, cuando finalmente llegó hasta su departamento, se dejó caer en su cama, y se quedó ahí inmóvil mirando el techo, como podía haberle pasado tanto en solo un día.

Secuestrado, rescatado por Taehyung y además… ni siquiera quería recordarlo y se llevó una almohada al rostro, ahogando un grito, como había pasado eso, no se lo explicaba, y lo más increíble aún, era que, le había encantado, quería mentirse a sí mismo y pensar que no lo había disfrutado, pero era todo lo contrario, cerró sus ojos y se vinieron flashazos del momento tan íntimo que había compartido con Taehyung. Y luego sintió como se empezó a excitar y su miembro se puso duro en pocos segundos.

Nuevamente gruñó de frustración, eso no podía ser posible, no, él no era homosexual.

Se levantó y fue al baño para buscar unos somníferos que a veces tomaba cuando el estrés del trabajo no le permitía dormir, algunos minutos después de tomarlo pudo sentir como sus ojos pesaban y pudo conciliar el sueño.

Jungkook abrió sus ojos lentamente, todo estaba en penumbras, busco el celular que Hoseok le había dado y que le había configurado con su mismo número anterior.

Eran las 8 de la noche, prácticamente había dormido todo el día.

Entraba un poco de luz por su ventana y caminó hasta ella, se quedó un rato viendo hacia el edificio de enfrente, ¿estaría Taehyung ahí?, se quiso reprimir de tener ese pensamiento pero la verdad es que no podía dejar de pensar en él.
Fue consciente de que incluso seguía llevando la ropa que le había prestado Taehyung la noche anterior.

Estaba hundido en sus pensamientos cuando de pronto vio como alguien salía del edificio. Era él, era Taehyung, pero no iba solo, iba con alguien más, otro hombre un poco más bajo que él y muy pálido, de pelo azul, su mente rápidamente viajó hacía sus recuerdos en la fiesta de Jackson. Era ese chico el que atendía la barra en el bar. Apretó la mandíbula, qué demonios hacía él ahí con Taehyung a esa hora.

Ni siquiera se detuvo a pensarlo y bajó de su edificio rápidamente para salir a la calle, obviamente ya no alcanzo a verlos.

Se quedó en la entrada de su edificio, esperando, pero esperando que? Se decía a sí mismo, sacó una cajetilla de cigarros que traía en un bolsillo de la chaqueta de mezclilla que se había puesto antes de salir.

Encendió el cigarro y se dispuso a fumarlo, no era un asiduo fumador, solo lo hacía cuando tenía algún periodo de ansiedad por estrés.

Se quedó ahí recargado en la pared de la entrada de su edificio,  alumbrado solamente con la luz de la farola de la calle.

No dejaba de venir a su mente la imagen de Taehyung con ese tipo

Por fin con su vista periférica alcanzó a visualizar que dos personas venían hacia el edificio de enfrente, volteo para enfocar la vista lo más posible y se dió cuenta que era Taehyung y ese hombre de pelo azul.

Sintió una punzada en el corazón, algo dentro de él hirvió, y tiró el cigarro al suelo para pisarlo con fuerza y se encamino para cruzar la calle y poder interceptarlos antes de que entrarán al edificio.

–Taehyung – grito cuando quedaba solamente a unos pasos de ellos.

El doctor paró en seco al escuchar la voz de Jungkook, su amigo que venía algunos pasos detrás de él topó con su espalda, aventando un poco a Taehyung hacía adelante  y su amigo por reacción lo tomó de la cintura pensando que iba a caerse, quedando los dos en una extraña posición en la que el chico de pelo azul rodeaba a Taehyung con una de sus manos mientras que con la otra  cargaba unas bolsas de supermercado.

Volteado como tazoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora