Recuerdos

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-¿Qué estás mirando, Diaval?- dijo Maléfica desde el lago cubriéndose, se estaba bañando, el agua le llegaba hasta la cintura. Diaval estaba desde una rama en el arbol.

Tronó sus dedos y Diaval se comviertió en humano, haciéndole caer tres metros.

Ella rió.

-No estaba mirando...- dijo él volteándose adolorido -Solo... vigilaba-

-Bueno.. vigila lejos de mi- dijo Malefica, él se disponía a irse de mala gana-¡Espera! está bien, quédate, olvidaba que solo eres un cuervo.

-¿A qué te refieres con solo un cuervo?- dijo Diaval.

-A que te gustan las "cuervas", ¿o me equivoco?- se burló ella.

¿Acaso crees que soy un animal?- dijo el molesto entrando al agua, no le importó mojar su ropa, ella lo miró -Estoy harto de que me trates así, también tengo sentimientos... ¡Y si!, también me pueden gustar las humanas, de hecho, me gusta una...-

Maléfico lo miró sin taparse.

-¿En serio? ¿Quien?- preguntó ella con curiosidad.

Él miró sus labios.

-¿Por qué habría que decirte? Me tratas mal todo el tiempo.- dijo el.

-¡Dime quién es!- estaba enojada.

¿Acaso te importa?- dijo Diaval acercándose a ella.

Lo miró... estaba demasiado cerca.

-Además, no entiendo tu manía por cubrirte. He visto tu cuerpo un millón de veces mientras te bañas, y tú también has visto el mío...-

Él le tomó las muñecas, bajándole los brazos lentamente.

-¿Quien es?- preguntó ella otra vez.

-En el fondo, creo que lo sabes...- dijo Diaval y se marchó.

...

El serrucho, sus alas cayendo inertes... la risa de Stefan, el dolor que sintió el día después de perderlas... las marcas en su espalda...

-¡NOO! ¡NO!, ¡MIS ALAS!- gritó ella.

Los soldados viniendo hacia ella con sus armaduras de hierro, capturándola...y...

-¡NOOOOO!-

-¡Maestra!- dijo la voz de Diaval, su dulce, dulce voz...

Despertó llorando de su pesadilla, se encontraban en un árbol.

-Diaval...- murmuró ella, él la abrazó.

-Descuida, fue solo un sueño...- dijo él.

-Los soldados... y Stefan..-

-Nada malo va a pasarte- dijo Diaval alegándola a su pecho y envolviéndola en sus brazos -Te protegeré con mi vida, si es necesario... pelearé hasta la muerte por ti. Te lo debo todo...-

Ella lo miró a los ojos en mitad de la oscuridad de la noche.

¿Cuanta intimidad se puede tener en un árbol?

-¿Quieres que me quede esta noche?- preguntó Diaval.

-No, Diaval... jamás pasaré la noche junto a un hombre... no se puede confiar en nadie...- dijo ella.
-La última vez que dormí junto a uno, desperté sin alas...-

-¿No confía en mí, Maestra?- dijo Diaval y ella ladeó la cabeza sin querer contestarle, el entendió -Ademas, yo no soy un hombre... ¿Lo recuerdas? Solo soy un cuervo...-

-Eres un hombre- dijo ella, en fin, se recostó en el pecho de Diaval.

¿Desde cuando lo veía como un hombre?

Once upon a dream ♡ - Maléfica y DiavalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora