El mundial - Fuleco x La'eeb.

Siete: Rosas.

Para poder tener una mayor tranquilidad e igual privacidad salió de su hogar, dando un corto paseo por un patio cercano, al haber tan poca distancia en cuestión de solo unos segundos estaba ya ahí, contestó la llamada mientras tomaba asiento.

—La'eeb, lamento tanto llamarte a estas horas—Se trataba de Willie, uno de los tres jueces del día de su audición, igual, una amigable mascota que le ayudó mucho con los preparativos, desde lo más pequeño a lo grande. Al rededor ya eran las 12:00a.m. la noción del tiempo la perdió desde que se quedó dormido—Paul me ha pedido que vayas una vez más al CCIAM (Centro de Crecimiento e Integración de Acreditación de Mascotas), desconozco la razón, pero me dijo que era urgente.

Aquello no hizo más que tomarlo por sorpresa, no sabría el porqué el famoso oráculo lo solicitaría una vez más ahí, esperaba que nada malo.

—De acuerdo..Iré cuanto antes, no ta—Fue interrumpido.

—Discúlpame una vez más por no aclararlo, mañana, o al rato si somos especificos, ¿podrías ver que necesita alrededor de las cinco, de la mañana? Por favor, La'eeb—Odiaba tanto levantarse temprano, durante todos esos días su hora máxima para así despertarse eran las ocho, aunque por obvias razones no se negó.

—Esta bien, gracias por decirme, Willie. Estaré temprano ahí—No deseaba ir, aunque al parecer en esta ocasión una vez más como fue en su momento pondría una alarma para despertar más temprano, seguía sin estar convencido.

—Gracias, La'eeb. Una vez más, lamento haberte llamado a esta hora—No fue necesaria esa disculpa, haciendoseló saber al león—Descansa, nos vemos.

En ese caso, tal vez ir a dormir sería lo mejor, debía aún hablar con Fuleco y saber si Zabivaka si podría llevarlo a su casa, de igual modo hablaría con el lobo para hacerle saber eso, pues planearon una salida para mañana, aunque la tendrán que posponer.

Estaba cansado, bastante, al no haber dormido desde días pasados lo suficiente con los últimos preparativos del mundial se sentía tan agotado, igual, no lograba conciliar el sueño, después de todo la gran culpa que llegaba a tener por su discusión con Zakumi y que su selección haya perdido, a pesar de ocultarlo era obvio que le seguiría afectando, no sabía que hacer. El poder desahogarse con sus amigos cercanos lo ayudo mucho, pudo dormir incluso un rato con el lobo, aunque hayan sido poco para él logró con éxito lo que buscaba, sentirse en paz por un rato. Aunque eso no quitaba lo avergonzado que estuvo cuando despertó.

Llegó en cuestión de segundos a su hogar, tras abrir la puerta se encontraría con el armadillo, quien volvía a sujetar con fuerza su cabeza, estaba preocupado por él, debería ir a dormir, pero antes tenía que hablar un poco con ambos.

—¿Comó te fue?—Fue recibido con la pregunta del lobo, este mismo yendo a su lado para saber que tal le habría ido en su llamada, aunque el león fue lo más breve posible eso no quito que se habría tardado un poco más de lo debido.

—De eso quería hablarte—Le pidió a su acompañante que fuese hacia la cocina, quien accedió, antes de retirarse le dijo al armadillo que en un momento volvería, tras verlo asentir fue junto a Zabivaka.

Le contó la situación la cual se encontraba, la salida que estaban planeando tendría que ser pospuesta, no sabía exactamente que necesitaba el pulpo Paul, pero debía de ser importante, aunque no sabía cuanto se tardaría debería de tomar bien sus tiempos, por ello con toda la pena cancelaria la salida que preparaban, grande fue su alivio, pues el lobo lo comprendió totalmente.

—Tranquilo, podríamos ir más al rato. ¿Crees estar libre en la noche?—Aquella pregunta un tanto inusual, pero asintio—¿Qué te parece que vayamos un lado a cenar? Yo invito, ¿si?