𝗦𝗧𝗔𝗬 | JJK AU NSFW

Tears

𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟á𝑓𝑖𝑐𝑜𝑠

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Fueron pasando los días, a veces recibías un mensaje de Nanami pidiéndote que le encontraras en las escaleras de emergencia del piso de arriba, lugar que nadie usaba más que él. De vez en cuando podían escuchar voces, pero nadie se dirigía a los pisos superiores. La adrenalina de ser casi atrapados, era embriagadora. Ahí, solían tener sesiones de besos muy acalorados.

Y pronto desarrollaron un hábito muy especial. Nanami te llamaba alrededor de las nueve de la noche, para charlar de cualquier cosa. Así descubriste que él tenía un interés muy particular en la filosofía. Amabas escucharlo charlar, siempre sonaba tan inteligente.

Lo que tú no tenías idea era que para él, era muy similar. Adoraba escucharte contar tus anécdotas, el porqué decidiste irte del país buscando una oportunidad, cómo tenías una necesidad de dejar tu pequeña huella en el mundo. Incluso, se hacía pequeñas anotaciones mentales de cosas que te gustaban.

Cada vez más a menudo lo veías utilizando sus gafas. Desde el día que le dijiste que te gustaba como se veía con ellas, procuraba usarlas más. Y todos los días recibías un café matutino. Era gracioso si lo pensabas, el café los había unido de alguna manera.

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Gojo salió del elevador de servicio con cara de fastidio. Se acercó al escritorio de Kiyotaka y bajó sus lentes oscuros. "Kiyotaka, ¿cuándo van a arreglar los condenados elevadores? Es un fastidio subir en el elevador de servicio, parece de película de terror." Se quejó como un niño pequeño. "Están colocando repuestos, señor. Desde que el señor Nanami y la señorita T/N quedaron atrapados, el señor Nanami ordenó que todo fuera revisado y..." El peliblanco lo interrumpió.

"¿Cómo que quedaron atrapados?" Sus ojos azules parecieron brillar en cuanto escuchó algo que le interesó. "Ah, sí... Un elevador se atoró por más de una hora." Gojo sonrió para sus adentros. "Con Nanamin y T/N adentro..." Necesitaba saber más, así que se dirigió a la oficina de su amigo sin dudar y sin importarle que Kiyotaka le gritara que estaba ocupado.

Abrió la puerta de golpe, haciendo que Nanami levantara la vista de su teclado. "Dime que estuviste una hora encerrado con T/N y aprovechaste para al menos besarla." Se sentó en una de las sillas frente al escritorio. "Porque te conozco, no eres muy hábil en todo ese aspecto. Mira, con que la hayas besado ya me sentiría conforme. Dime que la besaste."

El rubio lo miró en silencio por varios segundos más. "Buenos días también para ti, Gojo. ¿Cómo estuvo Chicago?" Decidió ignorarlo mientras seguía tecleando un correo electrónico muy importante. "Ah, no. ¡Contesta lo que te pregunté!" Lo señaló con un dedo, recargando su otra mano sobre el escritorio. "No, no tengo que responder a nada." Dijo en voz baja y casi enseguida una comisura de sus labios se alzó en una sonrisa ladina que Gojo por supuesto notó.

"¡Maldito bastardo!" Se puso de pie de un salto. "¡Te cogiste a T/N!" Nanami dejó lo que estaba haciendo y se puso de pie también, solo que no compartía la emoción de Gojo. "¡Maldita sea, Satoru!" Fue hasta la puerta para cerrarla de golpe. "Mira, hombre. ¡Te felicito! No pensé que lo lograrías, si te soy honesto." Su ceño se frunció. "Pero después de verlos bailando aquella vez... Uff... ¿Fue esa noche? ¿La llevaste a su casa y ahí..?"

"Dios mío, no." Nanami se pasó una mano por el rostro y dejó escapar un largo suspiro. "Vamos, ¡dime!" Gojo se sentó de nueva cuenta en el sofá y sonrió de oreja a oreja. "Soy tu mejor amigo, ¡a mí me debes de contar esas cosas!" El rubio masajeó su frente con dos dedos. Sabía que si no le daba algo, no dejaría de insistir.