𝗦𝗧𝗔𝗬 | JJK AU NSFW

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𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟á𝑓𝑖𝑐𝑜𝑠

𝘕𝘰𝘵𝘢: 𝘓𝘢𝘴 𝘪𝘵á𝘭𝘪𝘤𝘢𝘴 𝘴𝘰𝘯 𝘧𝘭𝘢𝘴𝘩𝘣𝘢𝘤𝘬𝘴 𝘰 𝘳𝘦𝘤𝘶𝘦𝘳𝘥𝘰𝘴.

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Era pasada la media noche cuando decidiste que la presentación estaba lista. Después del accidente de la mañana, no podías tener márgen de error con los resultados.

A la mañana siguiente te apresuraste para tomar tu baño matutino y poder arreglarte como era debido. Ya que la noche anterior habías estado trabajando hasta la madrugada, ahora tenías unas bellas ojeras que hubiste que tapar con un poco de corrector. No querías exagerar con el maquillaje, pero no querías verte cansada.

Te colocaste unos pantalones color negro y una blusa roja. Tu intención era que cuando te viera, no recordara para nada el incidente. La blusa tenía un escote decente, a diferencia de la de ayer, que tenía un cuello alto. Que no sirvió de nada, porque te vieron el sostén. Tan solo de pensarlo te sonrojabas otra vez.

Llegaste a tu oficina temprano, incluso te llevaste tu desayuno para comer allá. Querías revisar la presentación una última vez antes de que subieras con Nanami.

Cinco minutos antes de las diez recibiste un correo electrónico del asistente del VP. Te indicaba que podías subir por las escaleras, ya que el elevador privado estaba en mantenimiento. Te permitiste un momento a maldecir a ese elevador, ya que fue el culpable del lamentable incidente del día anterior.

Mientras subías por las escaleras, pasaste tus manos por tu cabello, para asegurarte que estaba acomodado como te gustaba. Abriste la puerta y llegaste entonces al último piso del edificio. Tenía una espectacular vista de la ciudad, imaginaste como se vería de noche.

"¿Señorita, Y/N?" Escuchaste una voz que te hizo dar una vuelta. Se trataba de Kiyotaka Ijichi, el secretario de Nanami. El hombre, alto y desgarbado era bastante amigable, aunque tenía una personalidad un tanto nerviosa. "¿Ya está lista?"

"Sí, claro. Tengo todo en mi computadora." Kiyotaka abrió más los ojos. "No sabía que iba a proyectar algo, déjeme preparar la sala." Dijo apurado y prácticamente corrió para abrir una puerta. Tú lo seguiste de cerca.

Se trataba de una sala similar a la que había en tu piso. Claro, seguro que aquí se tenían que reunir los inversores y demás perfiles importantes de la empresa. Tenía otra hermosa vista urbana y una larga y sólida mesa de madera rojiza, que destacaba con el piso color negro. Kiyotaka se apresuró a prender el proyector, bajar la pantalla y cerrar las cortinas.

"¿Kiyotaka?" Alguien lo llamó. "¿Kiyotaka dónde estás?" El hombre volvió a espabilarse y salió de la sala a zancadas. "Lo siento, señor Nanami. Estaba preparando la sala." Se excusó. Tú solo escuchabas, no sabías bien qué hacer. "Oh... De acuerdo. ¿Ya llegó la señorita T/A?" Sentiste que tu tráquea se cerraba al escuchar tu apellido. "Sí, sí. Se encuentra esperándolo en la sala."

"Perfecto, asegúrate de que nadie nos moleste por favor." Seguido de unos pasos firmes a tu dirección. Nanami entró con porte elegante, llevando un traje color caqui y una camisa azul turquesa. En cuanto sus miradas se encontraron, sentiste tus mejillas sonrrojarse.

"Buenos días, señorita T/A." Bajaste la cabeza enseguida. "Buenos días, señor Nanami." Tu voz tembló un poco. Los nervios comenzaban a hacerte dudar. "Y antes de comenzar quería volverme a disculpar por lo de ayer, yo no..."

"No tiene nada de qué disculparse." Te interrumpió. Lo miraste a la cara y tragaste saliva. Sus facciones bien definidas, su semblante, su cuerpo y su manera de presentarse lo volvían un hombre imponente. Te sentías como una niña pequeña frente a él. "Así que usted es la nueva directora de Marketing."