𝗦𝗧𝗔𝗬 | JJK AU NSFW

Enclosure

𝑈𝑛𝑎 𝑑𝑖𝑠𝑐𝑢𝑙𝑝𝑎 𝑝𝑜𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑜𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟á𝑓𝑖𝑐𝑜𝑠

˖˖˖˖˖˖˖˖˖˖—》✧《—˖˖˖˖˖˖˖˖˖˖˖

Esa noche tuviste un mal sueño. No recordaste mucho de lo que pasó, solo que alguien te perseguía por una ciudad que no reconocías del todo. Lo que te provocó despertar algo agitada. Y una vez que abriste los ojos, notaste los párpados algo pesados.

"¿Por qué? Si ni siquiera bebí tanto." Te quejaste, notando una resaca que te apuntaba a quedarte en cama por un buen rato. Afortunadamente no te dio dolor de cabeza y para la tarde ya estabas de pie.

Decidiste que lo mejor era no pensar mucho en lo que había pasado la noche anterior, ya que te morías de vergüenza. Si hubieras estado un poquito más sobria hubieras respetado mucho más a tu jefe y no le hubieras bailado, tampoco hubieras intentado besarlo. Tus recuerdos un poco nublados te traicionaban, porque solo alcanzaste a procesar hasta que te frenó, pero no la razón por la que lo había hecho.

Para la noche del sábado viste de nuevo a Zulema quien te contó de su aventura con Jenna, la chica rubia que conoció en el club. A diferencia de ti, su noche terminó muy diferente y mucho más animada. Cuando ella te quiso preguntar, dijiste que no querías hablar de eso, lo que respetó y no quiso insistir más.

El domingo fuiste a comer con tus padres. Verlos te alegró bastante, tanto que no quisiste arruinar el momento con tus problemas de deudas ni mucho menos echar de cabeza a tu hermano menor. Quien, a su consideración estaba en una ciudad vecina trabajando como oficinista.

Y para la llegada del lunes, prácticamente le imploraste al mundo, al universo que te permitiera esconderte de Nanami. De solo pensar en verlo de nuevo, te morías de vergüenza. Ni siquiera sabías como serías capaz de mirarlo a la cara el martes cuando le expusieras el plan que habías estado desarrollando para el aniversario. Aunque al menos estaría Gojo para que la situación no fuera tan incómoda.

Por esa misma razón te refugiaste en tu trabajo hasta tarde. No te habías dado cuenta de que era la hora de comida hasta que viste tu piso vacío. Tu estómago rugió pidiendo comida. No habías podido prepararte nada antes de ir a la oficina, así que no tenías de otra más que bajar al comedor corporativo.

Llamaste el ascensor y para tu pésima suerte, antes de que las puertas se abrieran, viste a Nanami aparecer por las escaleras. Te quedaste petrificada, no querías ni mirarlo. Él te había visto más temprano, cuando llegó a la oficina por el elevador principal, solo que no se te acercó porque él también estaba un poco avergonzado.

"T/N..." Murmuró. "Buenas tardes, ¿cómo estás?" Te limitaste a solo responderle, no querías iniciar una incómoda conversación. Ambos entraron al elevador. Tú presionaste el piso del comedor y él, el del lobby.

El elevador comenzó a moverse, pero no lo hacía lo suficientemente rápido ya que te urgía salir de ahí. Y no podías más con la pena... Oh, no. La verborrea nerviosa estaba por llegar.

"Quiero pedirle una disculpa por lo que pasó el viernes... Yo bebí de más. No debí de haber bebido tanto con usted y con Gojo. Me dejé llevar y yo... No supe bien que hacía, así qué..." Nanami se mareó enseguida, así que te interrumpió antes de que prosiguieras.

"T/N, espera... No me debes una disculpa." Dijo un poco seco. "En todo caso quién debería de disculparse debería de ser yo." Fue entonces que lo miraste a los ojos. "Yo sabía que habías bebido, yo te permití llegar tan lejos." Parpadeaste un par de veces. Sentiste que te estrujaban el corazón. Así que Nanami había estado siendo amable contigo todo este tiempo... Solo eso, amable...