Blind Love _박지민_✓

Extra ll

—Está bien, bebé, ya puedes descubrirte el rostro— sonríe el varón al ver la vergüenza que sentía la chica por su situación.

Ambos seguían en el baño, aunque Jimin había conseguido revivir a Semi.

Aún así, ella no descubría su rostro.

—Dios, qué vergüenza.

—Ya, mírame— él se coloca frente a ella y retira sus manos de su rostro lentamente. Semi mantiene sus ojos cerrados, pero poco a poco comienza a abrirlos y lo ve.

Ella lo observa y siente cómo la vergüenza vuelve a apoderarse de su persona.

—No me mires tan fijo— cierra nuevamente sus ojos.

Jimin sonríe y siente ternura por la timidez de su chica.

—Bebé, es normal, por favor, relájate.

—Me da mucha pena ahora.

—Entiendo si quieres que salga un segundo para que tú te relajes ¿Quieres eso?

—Por favor— abre sus ojos y lo mira suplicante.

—Está bien— sonríe mostrando sus dientes y se levanta, saliendo del baño y cerrando la puerta.

Al hacerlo pudo sentir un grito reprimido por parte de la chica, como si estuviera conteniéndose las ganas desde hace mucho tiempo. No pudo evitar reírse porque le parecía muy gracioso que sintiera vergüenza por una cosa tan boba.

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El camino de regreso era un poco tenso, Jimin no le había contado a Semi lo que habían hablado él y su mamá por videollamada mientras ella estaba en el baño. Y Semi, por su parte, se negaba a iniciar una conversación desde que salió del baño, sólo asentía y negaba con la cabeza.

Apretando sus manos sobre el timón, Jimin se da cuenta que ya es momento de comenzar a hablar, porque quería decirle con antelación que habían cosas que hacer para estar seguros.

—Semi..

Ella lo observa.

—Hablé con tu madre mientras estabas vo–

—¡¡No lo digas!!— interrumpe inmediatamente.

Él la observa por un segundo con sus ojos abiertos de par en par, por el susto y la impresión, no la había oído hablar desde hace un largo rato. Aún así, decide continuar.

—Bueno, sí, y.. llegamos a la conclusión de que lo mejor que podemos hacer para estar seguros es una prueba de embarazo.

Ella no había pensado en eso, por lo que aquello la asustó, sintió su corazón latir con más fuerza e intensidad.

—¿Prueba de embarazo?— lleva sus ojos a un punto fijo frente a ella— ¿Te lo dijo muy molesta?

Niega.

—No, definitivamente no. Pero tampoco alegre, ya sabes.

—Normal, ¿no?

—Eso.

Un pequeño silencio se adueñó del momento, hasta que el varón decidió agregar.

—Nunca hemos hablado sobre estos temas, ¿sabes?

Ella lo observa para que continúe.

—Ya sabes, sobre tener hijos y esas cosas.

—Es porque aún estamos jóvenes, Jimin. Me daría demasiado miedo tener hijos ahora y–

Se interrumpe a sí misma para cubrir su rostro asustada.

—Ay no, no, no, no estoy lista.

Él la observa preocupado. Más que ella, él está nervioso, pero nunca se alejaría, mostraría miedo o una actitud insegura, con tal de protegerla y hacerle saber que todo estará bien y que él estará a su lado.

Suelta el timón con su mano derecha para colocarla sobre la mano de su fémina, en un apretón que transmitía seguridad y confianza.

—No tengas miedo, no me alejaré de tí, y lo haremos fácil ¿está bien?

Semi no sintió tranquilidad inmediata, pero si pudo inhalar sin temblar por un segundo.

—Gracias, Jimin. Tú realmente eres un ángel.

Él le guiña un ojo y sonríe levemente, para volver su vista a la carretera.

—¿Crees que se parezca a mí o a tí?— intenta sacarle provecho a la situación, haciéndola reír para que no sintiera nervios y viera lo positivo y lindo de la situación.

—¿Te imaginas que sea una niña igual a tí?

Sonríe imaginando y no pudo evitar pensar en Jiyu, su hermanita menor.

—Ay, extrañé a Jiyu de repente, ¿sabes?

Ella lo observa y sonríe. Semi sabe que el día que a Jimin le toque ser padre será el mejor, nada más por como trata a su hermanita menor y a su madre, él es una gran persona.

—¿Quieres ir por ella cuando salgamos de mi casa? Podemos salir por ahí los tres, o si prefieren, ustedes dos solos— sonríe.

—Yo creo que Jiyu te quiere más a tí que a mí, Semi— ríe levemente— imposible salir sin tí, me vuelve loco.

—Entonces, los tres— sonríe ella y observa nuevamente la carretera.

—Pero antes iremos a chequearte.

Asiente y su sonrisa se borra puesto a que sus inseguridades reaparecieron.

—Vale.

De repente, Jimin tuvo una idea.

—Oye, ¿Ara no puede atenderte?