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Semi despierta lentamente, sintiendo unos brazos abrazarla por detrás. Siente además una cálida respiración chocar contra la piel de su cuello, lo cual la hace sonreír al saber de quien se trata.

Sutilmente gira un poco su cabeza y ve a aquel chico que hace su corazón palpitar con emoción, al cual finalmente terminó perdonando luego de un malentendido que se pudo haber evitado, pero ambos tuvieron culpa; él debió decir la verdad, y ella debió haber confiado. Lo importante es que supieron cómo acabar con aquella tensión que los alejaba y ahora son igual de felices que antes.

Llevando una de sus manos hacia atrás, acarició el cabello sedoso de su novio, lo cual lo hizo responder con un beso corto sobre su cuello.

—¿Cómo dormiste?— murmura atento, pero sus ojos siguen cerrados.

—Es cómodo dormir contigo, Jimin— susurra— ¿y tú?

Semi termina de girarse quedando de frente al varón, quien posee un rostro somnoliento que hace a la chica sonreír enternecida; su cabello medio alborotado y sus ojos aún cerrados le hacían ver tierno.

—No puedo dormir mejor— sonríe levemente.

La chica se estira levemente y restriega sus ojos.

—¿Qué hora es?— indaga en un tono bajo y lleva sus ojos al reloj de pared a un lado de la habitación— 6:24am..

—Es temprano— murmura aún acostado con sus ojos cerrados— ven, acuéstate.

Semi sonríe de lado y niega con la cabeza para luego levantarse de la cama. Jimin frunce el ceño y finalmente abre sus ojos, buscando a su chica, quien de había negado a acostarse nuevamente a su lado.

—¿Semi?

Ella voltea a verlo luego de sentir su llamado, con una sonrisa inocente que enmascaraba su travesura.

—¿Sí, Jimin?

—¿Por qué no viniste?— reclama mientras hace una mueca torcida.

—Porque en unas horas debemos estar en la escuela— responde.

—Al diablo la escuela— rueda sus ojos— ven conmigo.

—No, Jimin— se acerca hasta sentarse a su lado, luego coloca su mano derecha sobre su hombro descubierto— tenemos tiempo para eso, pero ahora debo irme a casa.

Jimin se levanta sobresaltado y abre sus ojos como platos.

—¡¿No le dijiste a tu madre dónde estabas?! ¡Me matará si se entera que dormiste conmigo!— dice con exaltación.

Semi sólo ríe ante su reacción.

—Tonto, escúchame— niega— le envié un mensaje, diciendo que no se preocupara, que estaría contigo— guiña un ojo divertida.

Jimin al escucharla, pudo respirar con tranquilidad. Luego sonrió nervioso.

—¿Te creíste que me asusté?— ríe— era sólo drama.

—Sí, claro, ¿y tu corazón agitado no cuenta?

—Eso me lo provocas tú, amorcito— guiña coqueto, y la chica ríe.

—Lo que tienes de guapo lo tienes de mentiroso— bromea y se levanta.

—¡No te he mentido, cosita!

—Mentiroso— se gira de espaldas a él y cruza los brazos dramáticamente.

—Bien— rueda sus ojos— quizás si me asusté un poco.

Semi gira con una sonrisita burlona y se acerca nuevamente hasta sentarse a su lado.

—Niño cobarde.

El varón alza una ceja al escucharla.

—¿Qué dijiste?

—Co-bar-de— divide el término mientras esa sonrisa socarrona adorna su rostro.

—Entonces, soy un niño cobarde— asiente levemente mientras la observa coquetamente.

—Sí, pequeño.

—Acuéstate y te enseñaré el hombre que puedo llegar a ser— reta con una voz sensual.

Semi abre sus ojos como platos y se levanta rápidamente de la cama. Ésto sólo hace reír al varón.

—Ya me voy, Park— indica seria de espaldas a él.

—¿Ahora quién es la cobarde? Estaba jugando contigo— ríe y se levanta de la cama. Camina hacia ella para abrazarla por detrás— estaba de broma, cosita— susurra en su oído y deja un beso en su mejilla que la hace derretir.

—Dije que ya me voy— intenta parecer inmune a sus caricias.

—¿Me perdonas? Sabes que yo nunca te presionaría.

Semi al recordar la vez donde casi intimidan y él se sintió incómodo porque no le parecía el momento idóneo le hizo saber que decía la verdad y que esperaría el tiempo que fuera necesario. Una de las mejores cualidades del varón; la paciencia. Dándole a demostrar una vez más que él quería algo más que sólo relaciones íntimas.

Ella se gira con una sonrisa pequeña pero inmediatamente su rostro arde al bajar la mirada de su rostro.

—¡Jimin!

—¿Qué pasa?— habla desconcertado.

—Ponte una camisa— cierra sus ojos.

Él baja la mirada confundido y luego la observa.

—No es la primera vez que me ves así.

—Da igual, házlo— ordena mientras sus ojos siguen cerrados.

El chico aprovecha el momento, pues le encanta ver a su chica ponerse tímida. Tomó su mano diestra y la colocó sobre su pecho descubierto, comenzó a moverla de un lado a otro, como si de una caricia se tratara.

Semi siente su rostro quemarse y se niega a alzar la mirada, pues aparte de tener sus ojos cerrados dirigió su mirada al suelo.

—¿Por qué tan avergonzada?— baja su mano hacia su diafragma lentamente, hasta llegar a su abdomen bien marcado.

—¡Ya me voy!— hace que suelte su mano bruscamente y se dirige hacia la puerta, la reacción tímida de la chica hace al contrario reír.

—Espera, espera— detiene él, con una sonrisita burlona.

—¿Qué?— ella no gira.

—Te llevaré yo.

—¿P-puedo esperarte abajo?— pide ella.

—Ya me has visto antes, ¿cuál es el problema?

Semi va a girar el picaporte pero Jimin vuelve a detenerla.

—Si bajas creo que habrán dos féminas que te atacarán a preguntas— advierte y ella lo observa.

Entrecierra sus ojos al ver la sonrisa socarrona en el rostro del chico.

—Bien— se resigna luego de bufar, y dar pasos largos hacia la cama— cámbiate en el baño.

—Siempre me salgo con la mía— susurra vivtorioso, pero Semi logra escuchar algo.

—¿Qué dijiste?

—Que eres mía— guiña coquetamente, logrando que Semi volteé el rostro sintiéndolo arder— me cambiaré y te llevo a casa, luego nos vemos en la escuela.

—Está bien.

Sin más nada que agregar, Jimin se dirigió hacia el baño, mientras Semi sonreía como tonta cuando él ya no miraba.

Blind Love _박지민_✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora