¿Protegiendo al Omega? [KiriBaku]

Vino, preguntas y verdades

Por ser el invitado, el oficial pudo empezar primero y como no quería ser muy brusco —ni demostrar lo ansioso que estaba por saber de la antigua relación del omega con el alfa bicolor— con sus preguntas, fue por una bien fácil de contestar.

— ¿Te gustan las películas, Bakugou?

—Sí, las de Marvel y DC. De niño solía coleccionar muchos cómics también —contestó sin problemas el omega e inicio su turno de la misma manera, discreta y sencilla — ¿Por qué mierda elegiste ser policía? Honestamente, no entiendo el sentido heroico de poner el culo en riesgo por gente que ni conoces.

— ¡Muchos dicen eso! —se rió el pelirrojo y tomo un sorbo de su vino antes de responder —Pero para mí es una manera de demostrar mi valentía y hombría. Cuando era joven tenía una personalidad más miedosa y cobarde.

—Alguien miedoso y cobarde no elige ser policía —sonrió levemente el más bajo viendo un lindo rubor en la cara del policía —Sigues, Kirishima.

—O-Oh, sí —carraspeo para ocultar su tartamudeo y continúo — ¿Y tus papás, Bakugou? ¿Se llevan bien?

—Sí, pero fue muy difícil para ellos tener un cachorro omega. Son dos betas. Mí vieja casi enloquece cuando me llegó el celo y un maldito alfa puberto de nuestro vecindario intento entrar a mi habitación por la ventana —contó con una leve mueca de desagrado el omega y bebió otro sorbo de vino —Mí viejo lo llevo mejor, seguía estando nervioso pero es un hombre amable. Él al menos no intento matar a nadie.

Eijirou no pudo contener una ligera risa ante la broma y Katsuki le sirvió un poco más en su copa vacía. Se paró unos segundos a revisar que su salsa no se estuviera pasando de tiempo y volvió a la mesa para hacer su pregunta. No era muy creativo, así que copio la del pelirrojo.

— ¿Que hay de los tuyos? ¿Son alfas? —cuestionó el cenizo.

—Una de mis mamás es alfa y la otra omega. Me criaron con muchísimo amor y nos llevamos muy bien. Pero nos vemos poco —sonrió con algo de tristeza el policía —Hace unos años mi abuela, la mamá de mi mamá omega, se enfermo y la tuvieron que trasladar a una casa de campo, dónde todo es más tranquilo para ella y el ambiente de ahí le hace mejor que el de la ciudad. Ellas se mudaron junto con mi abuela para cuidarla y asistirla.

—Lo siento, debe ser duro —bebió el omega un largo sorbo de vino — ¿Las vas a visitar?

—La cantidad de veces que pueda —asintió el pelirrojo — ¿Te...llevas bien con tu ex esposo?

El cenizo oculto una ligera sonrisa detrás de la copa de vino. Bien, habían llegado al punto que el alfa debía querer tocar desde el inicio.  Tenía dos opciones, darle largas negándose a contestar bebiendo un sorbo de vino —como habían acordado de hacer en caso de no querer contestar— o serle sincero sin trabas. Hizo como si se lo pensará durante un minuto, jugando con la copa de vino y viendo lo nervioso que estaba el pelirrojo sentado a su lado. Después, le contó la verdad.

—Conocí a Shoto cuando estaba en la preparatoria. Siempre me pareció un alfa raro, muy callado e introvertido. No era "mi tipo" —se rió el cenizo en voz baja —Acababa de terminar con mi novio omega que era también mi amigo de la infancia y no estaba de humor para pasar por las hormonas de un alfa, pero Shoto me convenció de intentarlo. Era lindo. Ni por asomo el tipo de alfa controlador ni obsesivo que estaba por doquier. Sin embargo, cuando empezamos a salir en serio, fue que iniciaron los primeros problemas.

Y esos problemas se basaban en que a Rei Todoroki  no le agradaba mucho su forma de ser como omega y la insistencia de Enji Todoroki en que Shoto debía pensar más en una carrera como abogado —la cual ejercía su padre— que en tener una pareja. Sí, más problemas para su entonces novio que para él.