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Si... definitivamente el día de ayer fue una locura. Todo lo que pasó, no me dejo dormir del todo, estaba atento a cualquier ruido o movimiento y principalmente de Ao'nung.

Pero nada... todo estaba tan tranquilo y este lugar era cómodo, lejos de cualquier cosa que fuera un problema. Poco a poco fui cayendo hasta quedar completamente dormido al sentirme seguro.

Al despertar, lo primero que vi fue la fuerte espalda de Ao'nung, estábamos más cerca que cuando me quede dormido, mucho más cerca realmente... pero no tanto para tocarlo.

Me levante antes de que despertará, pero no pensaba irme... quería esperarlo y ver si lo de ayer solo fue un momento de niño regañado o... si podía mantener ese sentimiento latente...

-Buenos días -saludó adormilado.

Rodó para quedar acostado sobre su espalda y estiro su cuerpo enteró... note como su cola se movía juguetonamente, totalmente un mocoso.

-Buenos días...

-Dormiste bien?- preguntó en cuanto nuestras miradas chocaron.

-Si...- no iba a admitir que estaba un poco nervioso.

-Te dije que llegarías vivo al amanecer- bromeó.

-Si claro, la promesa acaba cuando regresemos a la aldea.

-Quieres que te lleve a casa, pequeño jefe?

-Pequeño jefe? - gruñí- eso en que te convierte a ti?

-Bueno... no lo sé, puedes llamarme Olo'eyktan- sonaba orgulloso.

-Si claro, regresemos con los demás pececito aun me espera un regaño por no llegar a casa anoche.

-Como me llamaste?- pare en seco al ser consiente de mis palabras.

-Estaba pensando en el apodo que te dio Lo'ak, yo no... bueno si... solo salió natural, olvídalo- me puse nervioso.

-Es horrible- contesto calmado, pero se sentó y dejo caer su cabeza sobre su mano, que apoyaba sobre sus piernas- espero encuentres un mejor apodo que eso.

-Estas... de acuerdo con los apodos?- me sorprendí.

-Mientras no sean tan horrible como ese.- sonrió.- y que solo... sean entre nosotros.

-Bueno... ahora querré decirlo más.

-Ni lo pienses, busca algo mejor.

-Que aburrido...

-Yo por lo menos te di uno genial- se puso de pie y extendió su brazo para ayudarme a levantar.

No necesitaba ayuda, pero me agradaba lo atento que era... es diferente, pero diferente agradable.

-Chico de la selva no es genial- le reclamé ya estando de pie junto a él.

-Te dije pequeño jefe...

-Te estas burlando- lo empuje y salí de la tienda.

-Claro que no- corrió detrás de mi y me abrazo por la espalda- pero si no te gusta buscare otro.

-Oh que amable señor sucesor-voltee hacia mi hombro izquierdo, donde recargo su cabeza.

-De cualquier forma... tengo algunas cosas que hacer con mi padre en cuanto llegamos, en la tarde... podemos vernos?

-Todavía no nos despedimos y ya me extrañas?

No obtuve respuesta, pero note su sonrojo y sonreí... molestarlo se estaba volviendo cada vez mas divertido.

Ultxa (Unión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora