Ultxa (Unión)

28

[Ao'nung ]
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-Ao'nung?

-Hey... hola... hola cariño-me levante en cuanto escuché su voz.

Aun era de noche, seguía atento a cualquier cambio de afuera y esperando por la ayuda. No pensé que Neteyam despertará antes de eso, pero era un alivio.

-Hola...

-Tenía... tenía tanto miedo de que no... ya sabes- no pude evitar llorar y sostener su rostro.

Pegue nuestras frentes y cerré mis ojos, trataba de tranquilizarme... necesitaba sentirlo y saber que había regresado a mi.

-Te veo...- sus manos se posaron sobre las mías.

-Te veo...- reí y me levante para poder darle su espacio.

-Mmhg- se quejó en cuanto trato de sentarse- joder...

-Que rayos es esa palabra? - pensé que estaba delirando, pero su mirada cayó en mi y rio, antes de volver a recostarse.

-Es una palabra de la gente del cielo, mi padre la dice para qué mi madre no lo regañe.

-Mmh suena conveniente tener algo así...

-Hablar con señas es el tuyo.- cambie el agua de la tela que tenia en su frente, mientras el seguía hablando.

-Mi gente sabe hablar así, no tiene mucho secretismo.- limpie el sudor de su rostro y no pude evitar sonreír al verlo despierto, aun débil, pero despierto.

-Te enseñare...- susurro.

-Me encantaría.

-Estas bien?- cambió el tema algo preocupado.

-No te preocupes por mi... tu eres el que me preocupa.

-Lo siento, por todo esto...

-No, no te atrevas a disculparte.

-Ok... entonces gracias.

-Y eso por qué?

-Por quedarte a mi lado.

-Lo hice porque quise, recuerdas? Te amo...

-Si, lo recuerdo- poso su mano en su corazón- Txe'lan.

-Tú corazón?

-Si, tu tienes mi corazón Ao'nung... no solo en los buenos tiempos, si no en los malos... me has dado suficiente con todo lo que ha pasado.

-Si bueno, tu eres mi lugar seguro, estamos a mano.

-Claro que si amor...- enredo su mano con la mía y cerro sus ojos descansando, pero no estaba dormido.

-Solo quería decirlo por... bueno, me siento débil y quería decir todo esto, ok?

-Muy sincero...

-No quiero arrepentirme de no decir nada.

-Deja de hablar así, estarás bien...

-Si... eso espero.

-Lo estarás...- insistí.

Quería decir algo más, pero entraron desesperadamente esas extrañas personas de antes, seguidos de los padres de Neteyam.

Se movilizaron poniendo maquinas y revisando a Neteyam. Quise gruñirles y apartarlos, sentí que... estaban sobrepasando los límites, no pidieron permiso, nos interrumpieron e ignoraron, pero me mordí los labios y me trague mis palabras, ya que ellos venía a ayudar a Neteyam.