🩸⛓️𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 48⛓️🩸

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The bath•

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La luz solar me despierta, cuando me di la vuelta estaba Jacob dormido profundamente, parecía un bebé.

Estaba tan tranquilo, tiene una nariz perfecta, pestañas largas, intenté quitar su mano de mi cintura suavemente para no despertarlo.

Me levanté, fui al baño para lavar mi la rostro y cuando tocaron la puerta salí rápido del baño y me puse lo primero que vi en el suelo, la camiseta de Jac y abrí la puerta.

-Buenos días. -saludé a Jade.

-Buenos días, cíelo. -me devolvió el saludo, miró abajo, mi vestimenta, sentí mis mejillas arder y no dudo que estén rojas de la vergüenza.

¿Dios porque a mí? ¿Cual fue el mal que yo hice en esta vida para merecer tal vergüenza? Solo amar, ¿Acaso eso es un pecado?

-No quería molestar, pero quería saber si ya estáis despiertos, para desayunar.

-Si...Este, Jacob sigue durmiendo, pero ahora lo despierto y bajamos. -le sonrío alegremente apenada.

-Y ya es la segunda. -dijo riendo y yo solo deseo que la tierra se abra y me trague en este mismo instante.

-Lo siento. -sonreí apenada.

-¡Ah! No, no, querida por mí no te preocupes, para mi ya eres una hija más cielo. -me morí de ternura, quisiera darle un abrazo, pero no es la situación correcta.

-Lo despierto y bajamos, muchas gracias Seño... -está me miró seria y ambas reímos. -Jade solo Jade. -asintió para luego retirarse, yo cerré la puerta a mis espaldas.

Recogí mi vestido del suelo junto a mi ropa interior, me acerqué sigilosamente a Jacob, me tumbe a su lado y comencé a acariciarle el pelo.

-Jacob. -susurré, pero por lo que se ve tiene sueño lento.

-¡Jacob! -grité susurrando pero como si le estuviese hablando a la pared.

-¿No te piensas despertar eh? -me quité la camiseta, agarré su mano y se la puse en mi pecho izquierdo, apretó un poco para sentir el tacto y abrió los ojos como plato y me asusté.

-¿Que? ¿Quieres que te folle hasta estando durmiendo? Lo siento pero todavía no he adquirido esa capacidad. -me sonrió y luego se froto los ojos con la otra mano.

-No pero por lo que se ve fue la única manera de despertarte. -el me agarró de la cintura y tiró de mi hasta quedar tumbada enfrente de el, tenia los ojos cerrados, tiene pestañas largas y es tan hermoso que no me cansaría de decirlo, volví a sentir el mismo cosquilleo en el estómago, recordé la imagen de Jacob ayer en la piscina, y sinceramente no me aclaró nada, solo me dijo que le asusto pero no dijo nada más que eso.

-A venido tu madre, tenemos que bajar a desayunar. -le susurré y él abrió sus ojos, sus ojos negros son tan intimidantes.

-No quiero, te desayuno a ti. -me acurruca más a él mete su cabeza entre mi cuello y pelo, comienza a darme besos en mi cuello y con la mano que le puse en mi pecho anteriormente, la vuelve a colocar sobre esta.

-¡No! ¡Para! -le quité la mano y me levanté. -Levanta, no quiero faltar el respeto a tu madre, ha venido aposta para decirnos para desayunar, así que ve a bañarte mientras tanto, yo hago la cama.

-Eso ya lo hace la nana. -tira de mi y rodea sus brazos en mi cintura. -Y si mejor ahorramos tiempo y nos duchamos juntos.

-Esta bien pero vamos. -me intenté levantar pero nada, este bufa y ya luego me suelta.

🩸Sanando Cicatrices🩸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora