🩸⛓️𝓒𝓪𝓹𝓲𝓽𝓾𝓵𝓸 81⛓️🩸

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•Montaña nevada•

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JACOB BROWN

El camino era bastante largo, tanto que Alison se quedó dormida después de la comida, de vez en cuando la miraba para supervisar que este bien y cómoda, cuando la vi con el cuello torcido, tuve que parar en el arcén y salir rápido para ir al maletero y traerle un cojín cervical.

Subí rápido y temblando del frío me salía vaho de la boca del frío que hace.

-¿Ya hemos llegado? -abrió lentamente sus ojos y mirando los laterales y cuando vio que todavía estábamos en el autovía, su mirada se volvió una de decepción y yo solté una risa.

-No cariño, pero no queda mucho, ponte esto o te vas a hacer mal. -ella lo agarró y me dio un beso en la mejilla para luego ponérselo.

Se quitó el cinturón y luego las botas, estiró sus pies sobre mi regazo y yo la miré con una sonrisa sarcástica, volví a arrancar el coche y acelerar nuevamente, bajé mi mano hasta los pequeños pies de mi novia por que calza un treinta y siete y los comencé a masajear, la miré y ella volvió a caer en un profundo sueño.

Dos horas más de camino y ya nos encontrábamos en frente de la cabaña que alquilé para esta semana, había una fila de cabañas al lado la nuestra era la ochenta y seis.

-Abejita. -susurré, y Ali como si no estuviese en este mundo. -Ali. -volví a llamar, miré al frente y apagué el motor del coche y luego me acomodé de lado pera verla mejor, tan preciosa con su piel de porcelana y con unas ligeras pecas que no se aprecian de lejos, mi mano le apretaba ligeramente el gemelo, subiendo mi mano hasta su muslo. -Venga pequeña, ya hemos llegado. -ella solo se quejó y yo ladeé la cabeza con una sonrisa y apreté más su muslo, y le di unas leves palmadas.

Ella abrió los ojos lentamente y yo me acerqué an ella dandole varios besos cortos para espabilarla del sueño y ella abrió los ojos sorprendida pero igual  juntaba sus labios y entre besos varía risas.

-Vamos pequeña. -le susurré en sus labios y ella asintió, giré y le pasé su chaqueta, gorra, bufanda y guantes.

-Agárramelos, déjame primero ponerme las botas. -asentí y cuando quitó sus piernas sentí un frío escalofriante recorrer por mis piernas exigiendo su tacto, la agarré del muslo y junté sus labios con los míos agresivamente y ella abrió los ojos como plato y comenzó a reír en mis labios y colocó su mano en mi hombro.

-¿Estas bien? -dijo riendo y extrañada por mi arrebato ya que llevo días sin besarla de esta maldita manera tan agresivamente como un perro hambriento.

-Si, solo que te ves tan preciosa. -me apoyé en el reposacabeza con una cara de enamorado perdido y desvíe mi mirada a su cuello para luego decir sarcásticamente. -Y tan jodidamente sexi con ese cojín. -

Ella comenzó a reír y luego se lo quitó para darme con el, a la segunda le agarré la muñeca y se le resbaló el cojín, y la volví a besar acorralándola en su asiento y ella siguió riendo y yo con ella, la besé y las risas desaparecieron, colocó su mano en la parte trasera de mi cabello para jugar con el como nos encanta a ambos y yo apreté su cintura debajo del suéter tocando su suave piel.

La atraje más a mi y ella se sentó encima de mi con cada pierna a un lado y su abrigo entre nosotros y lo fuimos quitando dejándolo en el asiento copiloto sin separar nuestro labios.

-Vamos a terminar haciendo cosas indebidas y alrededor hay más gente. -le susurré riendo en su cuello y ella soltó una carcajada. Se alejó un poco agarrándome las mandíbulas con amabas manos.

🩸Sanando Cicatrices🩸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora