Un nuevo dia

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Avery.

Termine de mirarme en el espejo, analizando mi vestimenta como el maquillaje, ya lista tome el dije de oro para caminar hacia él y sentarme a su lado.

— Ya levanta bello durmiente — lo muevo un poco — Henry ya despierta.

— Solo cinco minutos. — se queja girando su rostro.

— Debo salir y tu tambien — insisto — van a limpiar todo el desastre de anoche y tu no debes estar aqui.

— Un rato mas.

— Vamos, se me hara tarde. — se queja para girar dandome frente, una sonrisa resalta en su rostro al verme — ¿Me ayudas? — le doy por completo mi espalda.

— Si — va dejando un recorrido de besos en la parte descubierta mientras sube el cierre, al llegar a mi cuello le estiendo el dije que no duda en ponermelo — Estas hermosa.

— Siempre lo estoy — lo miro para dejar un seductor beso — bañate y cambiate, deben limpiar y no pueden verte. — me pongo de pie para tomar mi bolso.

— ¿Tienes miedo a que me vean?

— No, solo no quiero que te vean en paños menores.

— Señorita, Avery. — se escucha la voz de mi linda nona, Henry se cubre de inmdiato con las sabanas mientras sus mejillas se sonrojan.

— Te lo dije.

— Niño Henry, buenos dias.

— Buenos dias, nona.

— Volvere por la tarde, nona — me acerco para dejar un beso en su mejilla — una disculpa por el desastre en el  baño, tal vez, Henry, quiera ayudarte.

— Ve tranquila mi niña, yo me encargo.

Le guiño a Henry para seguir mi caminata, las mucamas me saludan, un simple y neutral — Buen dia — sale de mis labios para continuar.

Tomo mi auto para colocar mis gafas y salir de casa, un rumbo no tan lejos pero, llamativo.

Pongo el movil frente a mi despues de contestar la llamada.

— ¡¿Cogiste con Cavill?!

— Un buenos dias, ante todo.

— ¡Al menos viste las portadas!

— Mierda — murmuro para mi y freno en el semaforo para tomar el movil y meterme a las noticias — Carajo.

— Si, carajo — habian muchas fotos de mi con Henry, las mayorias juntos y otras el llegando a mi casa.

— No que no habian periodistas.

— Tampoco hago milagros, Avery.

— Encargate antes que George me llame.

— ¿Estas yendo donde el?

— Si.

— Hay fotografos esperandote.

— ¿Y que esperas para quitarlos de mi camino? Estoy teniendo una paciba mañana. No quiero que ndie arruine eso.

— Te aviso.

Colgo la llamada, continuo mi rumbo hasta llegar a mi academia, no habian camarografos cerca y eso me alivio.

Bajo del auto dejandolo con el encargado, a lo lejos gritaban mi nombre, preguntas y mas. Suspire para adentrarme, el camino se hizo corto entre saludos para tomar el ascensor.

El pis se habre paso al igual que la posrura de un molesto George, le doy mi mejor sonrisa y estiendo mis manos a los lados.

Bonjour mon amour.

Dulce Tentación | Aaron Taylor JohnsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora