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Avery.
Después de hidratar mi piel y maquillarme, deje que el traje negro de algodón se deslizara por mi cuerpo. Seque y peine mi cabello para colocar una pequeña pieza de oro en mi cuello.
Mis tacones no tan altos que radiaban glamur, el pequeño saco de cuerina en mis hombros, tomo mi bolso y salgo de casa para tomar uno de mis autos dando marcha a mi reunión.
— Hoy no ire, ¿Podrias encargarte?
— Si, esta bien — me dice al responder la llamada — recuerda que las niñas presentaran su ensayo.
— El viernes estoy ahi sin falta, no te preocupes, si termino antes llegare a mas tsrdsr cuando terminen, gracias.
— Bueno, cuidate.
Cuelgo para seguir manejando, aun era temprano pero, solo hay dos opciónes, o llegas tarde o antes, hay que elegir.
Suelto el clapso a la inaptitud del chofer de adelante al no seguir estando en verde, lo sobrepaso pasando por su lado.
El estudio de, Daniel, se abre paso a mi llegada, freno en la entrada para poder registrarme y seguir hasta su empresa, dejo el auto con los botones y continuo.
— Buenos dias, ¿En que puedo ayudarla? — me dice la señorita al llegar a la recepción.
— Buen dia, tengo una cita con, Daniel.
— Su nombre por favor.
— Avery Bureman. — estaba por escribir cuando se queda sorprendida comenzando a ponerse nerviosa.
Con las mejillas rojas y nerviosa lo hace tratando de disimular, tal vez a escuchado de mi.
<< ¿Quien no? >>
— La esta esperando en su oficina — articula como puede — quinto piso.
— Gracias dulsura.
Le dedico una amenada sonrisa para seguir entre miradas de muchos a mi alrededor.
Subo al ascensor para marcar su piso mientras acomodaba pequeños detalles por mi reflejo en dichas puertas.
El pequeño timbre suena para luego abrirse las puertas, salgo en una caminata firme y deslumbrante llamando la atención de todos a mi alrededor.
— Señorita, Avery. — me intersede una jovencita — el señor Daniel la espera, por aqui por favor.
— Gracias — sigo el ademán con su mano para caminar por los pasillos hasta llegar a su oficina.
— Señor, la señorita ya esta aqui — le dice al adentrarse.
— Gracias Morgan.
Ella me abre paso dejando que le dedique una suave sonrisa, el rubio me extiende su brazos a los lados acercandose con una sonrisa.
