Capítulo 7 : Empaca una maleta

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Bendy tenía razón. Esto apestaba.

Los cerdos lo habían interrogado en círculos, pero Bendy se mantenía un paso por delante de ellos en cada vuelta que le daban. Respondió preguntas con preguntas, se negó a frustrarse por su cebo o amenazas. Simplemente se echó hacia atrás y sonrió. Hubo algunos que se negó a responder. Intentaron decirle que tenían suficientes pruebas para arrestarlo a él o a Boris, y él hizo agujeros en sus afirmaciones y declaraciones. En realidad, fue un poco divertido hacer que los cerdos se sintieran cada vez más frustrados a medida que pasaban las horas. Eventualmente, solo puso una sonrisa tranquila, como una máscara, y cambió automáticamente al sarcasmo y las bromas.

-¿Podrías enviar a los detectives? Son mucho más agradables de ver y estoy seguro de que no me harán la misma pregunta tres docenas de veces- se quejó Bendy a la ligera. No había visto a ninguno de los detectives desde que entró en el edificio. Supuso que con el allanamiento y la pérdida de pruebas estaban ocupados destrozando a los oficiales a cargo de asegurar ese tipo de cosas.

Snoutfer continuó con su mirada. -¡No! Si tan solo cooperaras, entonces terminaríamos aquí.-

-Quiere decir confesára y lo diré de nuevo. Yo. No. Hize. Nada. - Bendy pasó un brazo por encima del respaldo de su silla y lo apoyó sobre dos patas. Snoutfer resopló.

-¿Estabas tan manchado cuando Big Bad voló tus palos?- Bendy preguntó.

-¡ESO ES SUFICIENTE! ¡AMBOS SABEMOS QUE ESTÁS SUCIO!- chilló el cerdo.

-Bueno, por supuesto que estoy sucio- suspiró Bendy.

-¿Q-qué?- tartamudeó.

-¡Me empujaron al suelo hoy! Honestamente, necesito llegar a casa y ducharme antes de que estos cortes se infecten- dijo Bendy mirando su otro brazo y los pequeños rasguños que lo recorrían. Snoutfer se puso tan manchado que por un segundo Bendy realmente temió que algo explotara.

-¡MALDITO DIABLO!- La puerta se abrió de repente, impidiendo que Snoutfer volteara la mesa o se abalanzara sobre Bendy. No estaba muy seguro de por cuál habría ido el cerdo. Hogsmen se paró en el camino de la puerta.

-¡Oh chico! ¿Vamos a cambiar de nuevo?- Bendy vitoreó con fingida alegría.

-Eres libre de irte- dijo y se hizo a un lado. Bendy no perdió un segundo. Metió las manos en los bolsillos y pasó caminando con su sonrisa fácil todavía. Hizo una pausa al pasar junto al jefe.

-Gracias amigo, viejo amigo. No vayas retorciendo tu heno en una fianza. Estoy seguro de que atraparás a los idiotas que hicieron esto- dijo Bendy.

Hogsmen se volvió y fulminó con la mirada como dagas con sus ojos negros y brillantes. -Lo juro chico. Derribaré a los que hicieron esto.- Bendy sabía que era una amenaza contra él. Era estúpidamente obvio, pero aun así.

Se dio la vuelta por completo y, de repente, su humor alegre cayó con su sonrisa para mostrar cómo se sentía realmente. Entrecerró los ojos y la oscuridad se marchitó de emoción a su alrededor.-Realmente espero que lo haga, señor. Quienes quiera que sean casi atrapan a mi hermano, y no me lo tomo a la ligera.- Antes de que ninguno de los cerdos pudiera reaccionar a su terror instintivo, Bendy giró sobre sus talones y se fue.

Bendy encontró a Boris fuertemente acurrucado en una incómoda silla de espera. Era demasiado alto para acostarse sobre él por completo, por lo que sus piernas colgaban a medias del borde. Bendy se rió entre dientes ante la sonrisa de cachorro en su rostro dormido. Él era un niño.

-¡Vaya!- Bendy se giró para ver a la dama mapache parada en la entrada del pasillo. Tenía una manta y un vaso de agua en la mano. Bendy sonrió.-Finalmente eres libre, ¿eh? Supongo que ahí es donde desapareció Featherworth. Ella realmente debe haber regañado al jefe.- Dejó la manta y la taza en una mesa junto a los niños. -Supongo que llegué demasiado tarde. Oh, bueno, al menos ambos pueden irse a casa ahora.- ella se encogió de hombros.

BABITIM 1 -En busqueda de una curaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora