BABITIM 1 -En busqueda de una cura

Capítulo 13 : Han vuelto

-¡Cuidado ahí!- chilló Finley. El bruto gruñó y le arrebató el sombrero con todo el dinero. La mente de Bendy se aceleró, tratando de pensar en alguna forma de salvar a Fin y detener al ladrón. Un movimiento llamó la atención de Bendy detrás de la tonta. Boris lo golpeó en la espalda con su mochila. El chico gruñó sorprendido y sus brazos se dispararon para mantener el equilibrio. Bendy se movió en un instante. Agarró la muñeca de la mano que sostenía el cuchillo y la retorció. El bruto gritó de dolor y lo dejó caer. Finley se zambulló justo cuando el tipo movió su puño y clavó a Bendy en la mandíbula, lanzándolo a unos pocos pies de distancia. Bendy aterrizó sobre su espalda con un grito de dolor. Boris pateó la parte de atrás de las rodillas de la tonta, haciéndola tropezar. Finley y Boris saltaron sobre él obligándolo a caer al suelo. Los tres lucharon hasta que Finley y Boris lo inmovilizaron. Bendy se levantó.

-¡Quítate de encima de mí!- gruñó el bruto. Su sombrero había sido derribado en la lucha. Bendy ahora podía ver el rostro gruñendo del enojado oso grizzly mientras golpeaba contra Finley en sus piernas y Boris sobre su espalda. Bendy actuó rápidamente, sin saber cuánto tiempo podrían mantenerlo Boris y Finley, y hundió la hoja en el suelo justo al lado de la cara del oso. Se congeló y miró a Bendy. El gruñido del oso se convirtió en una sonrisa salvaje, mostrando todos sus colmillos afilados. -¿Estás tratando de actuar como un chico duro? No tienes las agallas para usar eso conmigo -gruñó con una risita-. Los ojos de Bendy se entrecerraron. Bendy se agachó sobre las puntas de sus pies y frunció el ceño hacia el oso pardo. Dejó que el silencio se prolongara un instante más. Mantuvo su mirada al mínimo, pero no pudo ocultar el fuego enojado en sus ojos.

-¿De verdad quieres probar esa teoría?- Bendy preguntó con calma cuando estuvo seguro de que tenía el control de su voz. El oso se rió y le escupió en la cara.

-Un tonto como tú no me asusta- declaró y comenzó a moverse. Bendy giró la hoja para que el borde afilado quedara frente al oso, lo que provocó que se congelara de nuevo.

-¡Sam, ve a buscar a la policía!- Finley gruñó, casi sin aliento. El gato se quedó helado de terror. Su nombre pareció despertarlo y asintió y comenzó a ponerse de pie y girar. Estaba temblando tanto que casi se cae.

-No.- Bendy volvió su mirada penetrante hacia el gato, que se congeló. Sammy miró lentamente por encima del hombro a Bendy con ojos enormes y vidriosos. -No puedes traer a la policía aquí- dijo Bendy.

-Qué!- Finley ladró con incredulidad. -¡Vaya, en todos los de Warnerburg, no!-

Bendy no apartó la mirada del gato. Lo mantuvo clavado allí con sus ojos. -Sabes por qué, Sammy. Si los traes, no solo se llevarán a este tipo-.

Sammy parecía que estaba a punto de desmayarse.

-¿De qué estás hablando?- Finley exigió y volvió su mirada indignada hacia Sammy. -¡Adelante Sam! ¡Llámalos!- Sammy miró entre el zorro y el demonio. Sus cejas se juntan con indecisión.

-Sammy, por favor?- Boris suplicó con los ojos muy abiertos y asustados. El gato se volvió hacia él y después de un momento asintió.

-¡Sammy!- Finley gritó, exasperado y conmocionado. -¡Qué estás haciendo! ¿Que está pasando aqui?-

-Lo siento Fin. Uh, yo, uh.- Las lágrimas pincharon en las esquinas de sus ojos. El oso pardo se echó a reír. El temblor de Sammy aumentó y sus manos fueron a un lado de su cabeza. Se acurrucó en sí mismo.

Bendy volvió su mirada hacia el criminal, sus ojos se endurecieron una vez más y frunció el ceño. -Entonces, ¿eres una especie de carterista o estafador callejero?- El oso se burló. Un pensamiento vino a Bendy, y después de eso, una idea. No estaba seguro de si funcionaría, pero valía la pena intentarlo.