Capítulo 4 : Cuando los cerdos llaman a la puerta

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No fue hasta que estuvieron prácticamente en la puerta de su complejo que los hermanos notaron el auto de policía y la pareja esperándolos. Uno era el policía cerdo del que Bendy había escapado antes, el otro era un detective alto y con curvas. Era un hermoso cuervo con plumas brillantes que desaparecía en la oscuridad del día que se desvanecía.

-¿Eres Bendy?- ella preguntó. La cabeza de Bendy se levantó de golpe al escuchar su nombre.

-Pues sí, lo soy. Pero no sé cuál es su nombre, señorita- respondió suavemente a la hermosa mujer.

-Soy la detective Joan Featherworth y este es el oficial Snoutfer- se presentó a sí misma y al cerdo.

-Pues hermosa, ya sabes mi nombre y este es mi hermano Boris. ¿Qué trae aquí a una dama tan fina como usted?- preguntó Bendy, dándole una mirada apreciativa. Boris gimió en silencio ante las payasadas de su hermano.

-¿Oficial Snoutfer?- de repente miró al cerdo.

El hombre cerdo resopló y tiró de su cinturón sobre su vientre redondo. -Ese es definitivamente él, señora. Este hombrecito saltó a mi alrededor después de huir de la escena-.

El cuervo se volvió hacia Bendy. -¿Es esto cierto, señor?-

Bendy puso sus manos detrás de su cabeza y suspiró. -Sí, es verdad.- Luego se volvió hacia el oficial. -Y no me llames pequeño-. El cerdo resopló sorprendido por el repentino cambio de tono de Bendy al dirigirse a él en comparación con el detective.

-Por favor, señor, solo queremos hacerle algunas preguntas- interceptó el cuervo antes de que el oficial pudiera enfadarse.

-Claro, ¿quieres entrar y obtener más comodidad?- Bendy volvió a activar el encanto cuando se volvió hacia ella.

-Eso estaría bien, gracias- dijo el detective Featherworth.

-Detective, ¿realmente cree que es una buena idea?- preguntó el oficial.

-Por supuesto, simplemente estamos recibiendo una declaración de un testigo de un trágico accidente- dijo a la ligera. El oficial le dio a Bendy una mirada desconfiada. Boris con las orejas caídas, conocía esa mirada. Los chicos llevaron a la pareja a su sencillo apartamento. La policía se sentó en el sofá.

-¿Quieres algo de beber?- Bendy ofreció desde la cocina.

-No, solo vamos a ser un momento- dijo el detective Featherworth.

Boris y Bendy agarraron dos de las tres sillas de la cocina y se dirigieron a la sala de estar.

-¡Dios mío, hombre! ¿Qué es eso?- Snoutfer ladró al ver a Bendy. Los ojos de Bendy vagaron hasta sus pantalones arruinados e hizo una mueca. Ahora no oscurecido por la luz menguante, mostró su espantoso horror.

-Ah, eso fue del accidente-. Bendy dijo. -Si no es mucho pedir, ¿podría cambiarme rápidamente?- Se movió incómodo.

-Creo que es mejor que te quedes ahí, muchacho-. Snoutfer no dejó lugar a discusiones. La cola de Bendy se movió con molestia y frustración. Sus ojos se posaron en el suelo, pero no discutió como Boris sabía que quería.

Featherworth suspiró. -Supongo que es del difunto-.

Bendy asintió.

-¿Que sabes sobre el?- preguntó suavemente.

Bendy vaciló antes de suspirar. -Lo conocí una vez la semana pasada. Dijo que su nombre era Wilson.- La policía miró a Bendy con sorpresa. Obviamente, ninguno de los dos esperaba que él supiera nada sobre el difunto.

-¿Qué estabas haciendo con él? —ordenó Snoutfer. Bendy frunció el ceño al oficial.

-Me lo encontré en la calle. El tipo no tenía dónde quedarse, así que lo dejamos pasar la noche aquí. Se fue en la mañana- dijo Bendy.

BABITIM 1 -En busqueda de una curaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora