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En la mañana al llegar se encontró con sus amigas las cuales le estaban haciendo burla. Tzuyu las estaba evitando tapándose los oídos aunque no era suficiente, una persona se metió en la conversación. Era una chica japonesa de cabello negro, algo largo y al parecer por los gritos las iba a regañar, o eso pensaba la taiwanesa.

—No me quería meter en su.. ¿conversación? —dijo dudosa. —Pero si quieren saber de Sana, hablen conmigo.

—¿Eres su amiga? —habló Jihyo.

—Mejor dicho mejor amiga. Vengan, les diré lo que quieran saber. Por cierto, Hirai Momo, mucho gusto. —finalizó y caminó hacia la parte de atrás del lugar.

—¿Todas las japonesas son hermosas? —dijo soñando Chaeyoung.

—¿Hablas por todas o solo por Mina? —le preguntó Tzuyu.

—Puede ser... pero Minari es más hermosa. —terminó sentándose debajo del árbol en donde estaban.

—No quiero que todos escuchen así que por eso estamos acá. —se quedó parada mientras las menores se acomodaron. —Bien, ya saben su nombre ¿qué más necesitan?

—Pues nada... solamente es que ella es mi alma gemela. —le contestó en voz baja, Momo se sorprendió y se alegró.

—Awww, me alegra que no haya sido por ser hermosa. Muchas personas me preguntan de ella para ver si pueden salir con ella, lo cual es obviamente imposible. Pero... ya que eres su alma gemela, ¡no será imposible! —lo gritó haciendo que las presentes se sintieran aturdidas. —Lo siento, dame tu número, veré que puedo hacer para que Sana regrese antes.

Tzuyu sentía que Momo estaba siendo su ángel, se fijó en el cabello de esta que estaba de color rosado pensó en Sana mirando y tocando su propio mechón. La mayor lo notó y sonrió, le dio un pequeño papel que tenía en este estaba su número y le dijo por sus amigas lo querían. Agradeció y se fue dejándolas solas. Chaeyoung como siempre comenzó a hablar.

—¿Vieron su mechón? Era rosado y yo conozco a alguien que lo tiene así. —en eso se puso a pensar.

—Es muy amable, hasta nos dejó su número por si acaso. Su alma gemela tiene suerte —dijo Jihyo anotando el número de la japonesa. —. Ah si Chaeng, ¿en quién piensas?

—¡Bingo! —dijo asustando a sus dos amigas. —JASJAJAJ esa chica tiene suerte.

—¿De quién hablas tonta? —Tzuyu la regañó por sus gritos.

—¡De Dahyun! Jihyo no la conoce pero tú y yo sí.

—¿Dahyun? —no se acordaba de ella hasta que luego se le vino a la mente un recuerdo.

Años antes de conocer a Jihyo, ella y Chaeyoung conocieron a Dahyun por su carisma y amabilidad. Una vez les habló y desde ese momento se hicieron cercanas, también era conocida por su amor hacia una chica de unos años mayor que ellas. Exactamente dos años. Lamentablemente Dahyun se fue a otro colegio, dejaron de verse y desde ahí no saben de ella.

—Ya me acordé, ¿será que regresó?

—No lo sé, pero si ese es el caso... ¡Jihyo dame ese papel!

—Ten. —se lo entregó y fue arrebatado por la mano de Chaeyoung. —De nada.

—Listo, cuando llege a mi casa le preguntaré por Dahyun —afirmó. —. Bueno, entremos que está por sonar para que entremos.

—Está bien, vamos Tzu. —Tzuyu se levantó con ayuda de Jihyo y pusieron al lado de Chaeyoung.

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Alma gemela || Satzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora