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Sana terminó de ponerse el vestido largo color mostaza oscuro, que iba en conjunto con una chaqueta del mismo color. Se tomó la foto y se la mandó a su padre, este no tardó en responder.

Papá
Estás increíble, no tardes.

Sana
Claro que no, estaré a tiempo.

Realmente le gustaba ese vestido pero tenía que dejarlo, se lo quitó hasta quedar en ropa interior y se puso otra ropa, una camisa de botones blanca, unos jeans azules que no llegaban al talón y estaba cortado, y una chaqueta para el frío. Tiempo antes había recibido una llamada de Jennie diciéndole dónde tenía que estar Jisoo, tenía que salir e irse al otro lado de la calle para ver un carro estacionado. Bajó y salió corriendo hacia el patio para abrir la casa de madera, agarró al cachorro dormido, cerró la puerta y regresó a su cuarto. Lo metió en la maleta chiquita que tenía una malla para que pueda respirar, puso la de ella en su hombro y le dio una última mirada al lugar dónde ella dormía desde niña y salió.

La casa estaba vacía, eso parecía, abrió la puerta principal, vio a sus dos lados y al no ver nadie, fue a la otra puerta y corrió hasta la otra esquina, específicamente la izquierda. Siguió corriendo hasta que observó a lo lejos un carro negro estacionado. Llegó hasta ahí y se montó, la chica le da una sonrisa e inicia una pequeña conversación.

—Nunca pensé en tenerte aquí. Normalmente son personas con problemas con alguien y eso.

—Lo mío es irme de aquí y nunca volver en buen tiempo. Algún día regresaré pero cuando todo esté... ¿mejor? No sé.

—Bueno —el camino no era largo para llegar al aeropuerto, iban a irse por un atajo. —, la verdad es que espero te salga todo bien. La mayoría de veces sale lo inesperado.

—Oh, confío en mí y en ustedes claro —al estar en asiento pasajero de al lado del copiloto puede ver por retrovisor un carro, que ella reconoció rápidamente. Era de alguien de la casa, la estaba siguiendo. —. Jisoo, ve por este camino y camuflate, alguien nos está siguiendo.

—Virgen santísima, ¿sabes cómo salir hasta llegar al aeropuerto? —siguió las instrucciones de Sana, preocupada.

—Estoy segura que es por ahí —señaló una tienda que extrañamente la gente iba. —. Vas al lado derecho y hay un camino más, entras en ese y literalmente estaremos atrás del aeropuerto. Lo sé gracias a google maps.

Jisoo se ríe al final por lo último que dijo, luego de un rato pudieron salir y ya nadie las estaba siguiendo. —Al fin. Tenías razón, desde aquí veo el aeropuerto.

—Te lo dije.

En unos mínimo, cuatro minutos, llegaron. Sana agarró sus cosas y antes de irse la coreana le dio algo.

—Este pasaporte es falso, no levantes sospechas.

—Por supuesto, gracias por todo.

—Suerte. —con eso último dicho, se alejó.

Sana entró al aeropuerto y estaba lleno, tenía el pasaporte falso en su mano izquierda, fue al único vacío para que se lo revisaran. La muchacha la miró varias veces, era obvio, todos sabían quién era.  Aunque simplemente ella se lo devolvió y la dejó marcharse. Sana agradeció y se fue al detector de metales, una mujer le pasó el artefacto, al no detectar nada sospechoso, preguntó por la maleta más pequeña.

Alma gemela || Satzu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora