- Una semana después -
Finalizó la última semana del mes, los planes de Sana seguían, en unas semanas iba a poner en marcha el plan de escape. Especialmente para ella, hecho por la menor de la pareja.
Lista:
1. Momento y hora: A las doce y media dejar una carta de despedida, sin ser tan sentimental. Salir del cuarto y bajar las escaleras, ver por todos lados y dirigirse al patio. Esquivar a los guardias, noqueandolos o que no te vean. Ir a un carro rojo y subirse, Jisoo estará conduciendo.
2. Actuación: Actuar bien, el pasaporte falso que Jisoo te dará es cómo si fueras mayor de edad oficialmente. No estés nerviosa o van a sospechar, subir al avión y sobre todo no levantar la mirada. No deben saber quién eres.
3. Llegada: Cuando llegues, siéntete libre. Saliste de ahí, pero ve rápido a la escuela, te esperaré junto a Nayeon porque ella también quiere ayudar.
Suerte: Lalisa y Jennie♡
Lo guardó en un cajón y lo cerró, ese día era viernes. Su papá se lo dejó libre, estaba agradecida con ello. Tenía la peor suerte del mundo al nacer un 29 de diciembre, las graduaciones en ese lugar no eran como otras escuelas. Aquí los de doceavo año se gradúan el veintisiete, dos días antes de su cumpleaños. Sabía que Lalisa no tendría tiempo para mandarle el plan por lo que se lo envió de una vez.
No se podía llevar toda su ropa obviamente, y tampoco llevaría una maleta grande. Tenía que llevar lo básico y lo importante.
Se estaba adelantado, eso lo sabe. Pero la idea de irse era increíble. Cuando llegó pensó que con el tiempo a su padre le interesaría sus estudios y la mandaría de regreso a Corea. Cuando no fue así. Estaba acostada en su gran cama viendo el techo, era mediodía, ¿qué podía hacer? Ya no tenía caso hacer ese taller, no podía hablar con sus amigas por el hecho de que estas estaban dando clases.
Salió de su cuarto y se dirigió al piso abajo. Recordó al perrito que había adoptado pero que estaba escondido en el patio. Abrió la puerta corrediza y se fijó de que nadie la estuviera viendo, fue hasta la casita de madera donde ponían las herramientas. El pequeño cachorro al verla empieza a ladrar de felicidad.
Sonríe y lo agarra para darle unos besos.
—Creo que podré llevarte conmigo para ver a mi pareja —le dijo aunque se quedó sin hacer nada. —. Aún no lo es pero es mi alma gemela. La vas a conocer, es muy hermosa y mucho. Te agradará.
Recibió un ladrido como respuesta. Lo carga para llevarlo adentro y dejarlo en piso y sacar de un cajón de arriba una bolsa con comida de perros. Al lado estaba un plato para beber agua y comer. Echó el alimento en el plato y el perrito lo empezó a comer, para finalizar, llenó el espacio vacío con agua.
Tenía que ser cuidadosa, sus padres nunca le dejaron tener mascotas y si se daban cuenta no le iba a ir bien. Acarició el pelaje del canino y dejó todo en su lugar sin dejar rastro alguno. Agarró al cachorro y lo llevó afuera para dejarlo donde estaba, no le gustaba pero no lo podía tener en su cuarto. Le dio un beso y cerró la puerta. Regresó hacia adentro para toparse con su papá que extrañamente estaba en la casa.
—Sana, ¿qué hacías afuera? —ella se le quedó mirando sin decir alguna palabra. —¿Y bien?
—Yo... estaba viendo las flores —contestó rápidamente. Pensaba que iba a caer pero no fue así.
—Yo vi que salías de la casa de madera, en donde están las herramientas —el tono en el que hablaba hizo estremecer a la japonesa. —. ¿Qué escondes?

ESTÁS LEYENDO
Alma gemela || Satzu
FanfictionCuando en una parte de tu cabello, un mechón cambia su color es porque acabas de encontrar a tu alma gemela. A Tzuyu inesperadamente le pasó eso y ahora tendrá que buscar quién es su alma gemela. - Satzu - Historia original - El tema de las almas...