I Can Love You [Jorey]

Angustia barata - 12

Corey despertó, su cabeza estaba en paz, sus ojos se abrieron lentamente pero volvieron a cerrarse, la fragancia suave y penetrante lo golpeó, hace mucho su habitación no olía tan bien.

Scarlett inundó su cuarto con su perfume.

Corey sonrío ante ello, la fragancia de su chica lo estaba tomando, la idea de levantarse y que lo primero que sienta sea el aroma de su novia hizo que sienta algo en su pecho.

Finalmente abrió sus ojos. Scarlett estaba acostada a su lado, dándole la espalda.

Era sábado y todo se sentía tan pacífico. Hasta que recordó que era sabado, Joey y él habían acordado en salir...

-Mierda- Pensó, sentándose en la cama tirando su pelo hacía atrás.

¿Qué debería hacer?

Joey se levantó de buen humor. Ayer había estado con Corey, habían tenido sexo y de que manera. Mordía su labio en una sonrisa cada vez que recordaba las manos del multicolor sobre él, cómo sus manos se cerraban en su cintura cada vez que lo montaba, como sus manos subían por su espalda y bajaban hasta sus nalgas, apretandolas y separandolas. Cómo sus ojos azules solo lo miraban a él, a sus ojos, a su cuerpo, la manera en que sus labios se unían a los suyos como si fuera un imán. Las cosas que le decía.

-Sigues siendo lo mas lindo que pude haber visto- Recordó las palabras del ex rubio mientras lo desnudaba.

Para ser honesto, eso era lo mas lindo que le había dicho, lo más cariñoso... Antes, cuando Corey y él eran pareja, lo llenaba de palabras dulces, amorosas y cariñosas, demostrando su amor hacia él, hacia su persona. En cambio, ahora solo decía cosas hacía su cuerpo. Eso lo bajoneo un poco, sabía que posiblemente el mayor no se animaba a decirlas, porque él nunca les dijo cosas así a Corey durante el sexo.

-En realidad...- Susurró mientras tomaba un té. Un recuerdo lo golpeó, recordó su reconciliación con Corey en la casa de Joseph.

No sabía con exactitud si contaba, pero recordó como esa vez se mostró vulnerable ante su ex novio. En como pensaba y le confesaba a su novio como se sentía, pero sin decírselo, todo estaba en su cabeza, nada salió de sus labios mas que unos lindos y fuertes gemidos.

En como se sentía protegido pero temeroso al momento de afrontar él mismo de que estaba amando a un hombre, a alguien de su mismo género.

Eso lo golpeó de nuevo, igual o mas fuerte que antes.

El misterio del amor lo atemorizaba, el sentirse amado por un hombre tan maravilloso le encantaba, pero lo mataba al saber que era tan poco para ese rubio de ojos azules, que entregaba todo de sí mismo para que él le de un beso, o le diga un "Te amo" aunque le tocara fingirlo. Joey se odiaba por ello, muchas veces le tocó decirle un "te amo" a Corey sin que este se lo pidiera.

Corey nunca lo obligó a nada, nunca le exigió que lo amara, nunca le pidió nada.

Joey se obligaba a demostrarle cuan lo quería. Se sentía insuficiente.

Otro recuerdo llegó, unos de sus pensamientos en ese entonces lo tomó por sorpresa. Si se había cumplido. Ese maldito recuerdo hizo que su cabeza retumbara fuerte, mareandolo.

-¿Que diferencia habrá cuando este hermoso y complicado amor haya acabado? ¿Seguirías siendo feliz? Yo no lo sería y eso me atemoriza.-

Habían terminado, mas bien él le terminó, y efectivamente, no era feliz, no se sentía querido, no quería ser amado por alguien que no fuera su cantante.

Y en el caso de Corey... Si pudo seguir, era feliz, era amado por una mujer hermosa, preciosa, perfecta, mujer a la quien besaba todos los días, mujer a la que le sonreía, a la que le cantaba las canciones que ellas quieras, incluso la que era para él.

Tenía que aceptarlo, Scarlett era la mujer de su amante, era quién tenía a Corey totalmente disponible.

Su teléfono sonó, hablando del rey de roma -Hola- Contestó, estaba algo nervioso, Corey no lo llamaba muy a menudo, casi nunca en realidad -Ahm, Nathan, te llamaba para decirte que no podemos vernos hoy- Bien, eso lo desilusionó, estaba pensando en ir a tomar algo con el rubio y después ir a su parque, el parque que era de ellos.

-Oh, está bien ¿Pasó algo?- Preguntó, esperando que no sea por culpa de la escoba con pelo rubio. -Este, es Lett, estoy con ella y parece que no se va a ir en todo el día...- Silencio ¿Había escuchado bien? -Si en la noche se va te llamaré, quiero verte- Joey no prestaba atención a lo que le decía, no ahora que en su cabeza retumbaba ese '-Es Lett, estoy con ella-' Eran las once de la mañana.

-Está bien, llámame cuando me necesites- Habló brusco -Nath-. Joey cortó, la angustia invadió su pecho, una angustia barata.

Sabía que no tenía derecho a molestarse, a tener celos, pero mierda la odiaba. Era de mañana, seguramente Scarlett llegó cuando él se fue, y paso la noche con el rubio.

Eso le heló la sangre.