Joey estaba alejado de todos, de todo.
Esa boda le dolía como la mierda, karma.
No podría ser otra cosa más que karma, después de todo él jugó con Corey, lastimandolo, no solo al cantante sino a su pareja.
A la que ahora era su compañera de vida... Ese lugar debía ser suyo, pero el miedo le ganó, como siempre.
Estaba viéndolo, viendo a su rubio bailar con su esposa, hasta que se alejó, estaba yendo para afuera, seguramente iba a fumar.
Lo siguió y como pudo lo llevó lo mas lejos posible.
Habían alquilado una mansión para festejar la noche de bodas, así que no le iba a ser difícil encontrar una habitación para interrogar al cantante, la encontró.- ¿Qué quieres? No puedes tironearme y manejarme como quieras - El alto lo miró con enfado.
- Cállate y escúchame - Dijo cerrando la puerta para después desplegar el papel que Corey le había dado tres meses atrás - ¿Cómo mierda organizaron todo esto en tres meses? - Preguntó tratando de disimular su pánico.
- Scarlett hizo todo esto, ni siquiera sé como hizo para que el traje me quedara bien - Sonrió el vocalista, sonrisa que lo tenía embobado, pero no era para él...
Cerró sus ojos.
- Corey, sabes, creo que te olvidé - El mencionado lo miró, una pizca de molestía había en esos ojos que le demostraban tristeza por lo que acababa de escuchar. - De no ser las veces que cometo la barbaridad de ponerme a pensar, creo que no te recuerdo nada - Se sentó en un sofá que había ahí.
¿Cuántos sofas había?
- Pero lo peor es que te conozco tanto, que podría darte clase tras clase para que recordaras quien eres por si te olvidas - Suspiró - Por eso creo sentir cuando me estás pensando, por eso sé que de mí te olvidas.
Taylor se sentó a su lado, mirándolo ahora con cansancio.
- Releo lo que me escribiste, cuando eramos felices - Le entregó el papel y tiró su cabeza hacia atras, apoyándola completamente en el respaldar, tenía sueño, había tomado mucho, estaba cansado. - O cuando creí que era feliz -.
- Tay, aun que el tiempo se agota gota a gota, tu no te das cuenta, al igual que yo años atrás - Su voz sin querer se quebró un poco. - Pudo haber sido por mí, por ti, pudo haber sido cualquier cosa... - Hizo una pausa, no quería decirlo, no quería admitirlo.
- El caso es que nos perdimos para siempre - Dijo cerrando sus ojos, picaban y amenazaban con llorar, tanto como dormirse.
Y antes de poder decir algo más cayó rendido a los brazos de morfeo, o a los de Corey, que lo levantó en sus manos y lo subió hasta las habitaciones.
Obvio, en el camino se encontró con todo él mundo, hasta con los chicos que decían que se lo entregaran, que ellos lo llevarían, pero él se negaba, quería llevarlo él, sentir su cuerpo contra el suyo, su colonia y aroma tan varonil que lo volvía loco, aroma que extrañaba tanto, quería sentir su respiración calmada contra su cuello, buscó la habitación mas lejana, donde nadie llegaría y donde Joey no escuchara nada que atormentara su hermoso sueño.
Abrio la puerta de manera sencilla y la cerro con el talón de su pie izquierdo, realmente no quería dejarlo, quería estar con él unos minutos más.
Lo dejó en la gran cama de dos plazas, con sabanas y frazadas tan calidas que Nathan dormiría de maravilla.
Le sacó su corbata y sus zapatos, desabrochó unos botones de su camisa para que durmiera menos agobiado.
Admiró por unos segundos su rostro, hasta que decidió dejarle un beso en su frente.
- Quédate, al menos hasta que esté dormido por completo -.
- Es mi boda, debo bajar.
- Solo unos minutos, me dormiré rápido.
Corey lo miró, el menor tenía sus ojos cerrados.
- Está bien, solo unos minutos - Se acostó, sin sacarse ni desabrocharse nada.
- Gracias.
El baterista se durmió, y Corey reflexionó, odiaba el poder sentir.
- El hecho, Joey, es que nuestro amor llegó a su muerte.
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I Can Love You [Jorey]
FanfictionLove me fue un comienzo realmente triste... La continuación será mejor ¿Verdad?... ¿Verdad? Oh... No otra vez. -🫀 Esta historia es completamente mía. Respeten el trabajo ajeno.