Corazón a aceptación - 15

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Corey podía morir por Joey.

Joey podía morir por Corey.

Scarlett moría por Corey.

Nadie moría por ella.

Y lamentablemente lo sabía. Sabía que por más que quisiera Corey nunca moriría por ella.

Lo terminó de confirmar cuando esa noche se levantó a las tres de la madrugada y Corey no estaba a su lado.

Ni a las cuatro, a las cinco, a las nueve, ni a las doce del medio día...

Se fue a trabajar con ese dolor tan característico en su pecho, hace semanas que no lo sentía, hace semanas se sentía amada, ahora se sentía engañada.

Pero no lo quería ver.

Según ella, Corey salió con sus amigos, esos amigos que al momento de llamarlos y preguntarles por él no sabían que decirle, nadie sabía el paradero de su novio.

Eso le atormentaba, no porqué le pudo haber pasado algo... Sino que...

Una lágrima calló de su cristalino ojo izquierdo.

Pidió irse mas temprano del trabajo, afortunadamente la dejaron, se fue lo más rápido hasta su auto donde su llanto llegó.

Ahí sentada en su Mercedes Benz pensaba lo peor, Corey estaba con... Él.

Oh. Su corazón se paró.

Su mirada perdida mirando hacia al frente mientras pensaba en lo real que era eso.

No, no podía ser real.

Corey la amaba, se lo decía todos los días, todas las noches, en todos los atardeceres. Eran las siete de la tarde, estaba el bello atardecer del verano se dejaba ver, esos tonos naranjas entraban por los vidrios de su caro auto, dónde ella lloraba.

Esos tonos cálidos golpeaban suavemente sobre su piel blanca, sobre su rostro con sub tonos rosados por el llanto.

Cómo pudo arrancó, el camino era tranquilo, a no ser de su corazón picando, pinchando y golpeando cada vez que se acercaba más a la casa de su... Pareja.

Los rayos del sol se posaban sobre su, ahora, fría piel.

Su mano llevaba un cigarrillo a su boca para ser prendido y calado con desesperación, necesidad, ansiedad.

Paró en un semáforo, su cabeza dolía por tantas incógnitas y tantas respuestas para preguntas que aún no podía ni formular.

-¿Realmente sería capaz de ello?- Su corazón picó, Corey era capaz, pero ella nunca lo admitiría.

A pesar de haber llamado a todos sus amigos nunca lo llamó a él.

Tenía miedo de que le respondiera y le mintiera una vez más.

Que al momento de contestarle se escuchara otra voz aparte de la de su novio.

La de su, casi, comprometido.

Las cenizas de su cigarro caían en picada como su confianza hacia la persona que más amaba.

Caían en picada cómo ella.

Finalmente llegó.

El auto estaba allí, Corey debería estar ahí.

Una fuerte pelea se avecinaba y Scarlett lo sabía.

Sabía que esa pelea llegaría pero no pensaba que tan pronto, no contaba que Corey le mintiera tan rápido, tan descarado.

Scarlett no estaba segura, o eso quería creer, de que Taylor, su amor, fuera a serle infiel... Corey no haría eso.

Seguramente se habría ido a la madrugada a la casa de Paul o Shawn a componer algo. Tal vez se habría ido al estudio a grabar algo.

Y tan solo, tan solo tal vez se habría ido con él.

Las probabilidades eran muchas como pocas.

Scarlett nunca se había imaginado en una situación así, nunca se imaginó ser engañada, ser una más de tantas mujeres dañadas, no solo en el ámbito amoroso de cónyuge, sino dañadas en el ámbito de amor propio.

Scarlett se amaba pero no tanto como amaba a Corey.

Por ello mismo moriría por él.

¿Era tan poco para el cantante? ¿Qué tenía Joey que ella no pudiera tener? ¿Por qué no podía ser amada por esa persona?

¿Por qué Corey la hacía dudar de sí misma?

Limpió sus lágrimas con frustración y se fue.

Evitaría esa pelea, no la aguantaría.

Tendría esa pelea con ella misma y lo superaría, se retaría a sí misma por dudar de su pareja.

Mientras viajaba hasta la casa de Dean, para buscar contención y amor en su mejor amigo, recordó todas las veces que Corey juró amarla.

Sus manos apresando su cintura con fuerza y delicadeza a la vez, sus labios besando cada parte de su cuerpo, sus ojos viéndola pero sin ningún brillo, sus labios estirándose para convertirse en una sonrisa cada vez que la veía entrar por la puerta, sus dedos acariciando cada parte de ella.

Su voz diciéndole cuánto la amaba al oído, cuánto la deseaba y quería, cuanto la necesitaba para su vida.

Oh su mundo se vendría abajo si Corey la engañaba.

Su mundo giraba al rededor de él, y sin el rubio ese mundo no tenía sentido.

Su cuerpo estaba en automático, su mente estaba tratando de consolar a su corazón y alma, los cuales amenazaban con parar y desvanecerse.

Llegó a la casa de Dean, quien la recibió anonadado pero igualmente la abrazó y consoló cómo nunca antes lo hubiera hecho.

Cómo si fuera lo último que pudiera hacer en su vida.

Corey nunca sería así con ella.

Oh sí... Tal vez lo era con y solo con él.

–¿Cómo lo sientes Scarlett?– Preguntó su amigo tomándole la mano

Scarlett pensó un momento y habló.

–Todo el tiempo que estuvimos juntos, conociendo la vida del otro y hasta ahora lo sentí corazón a...– Paró, no sabía que responder.

–¿A qué?

–Corazón a aceptación.

–Corazón a aceptación

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I Can Love You [Jorey]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora