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*Narra James*

Unos días después llegué a la sala común de Gryffindor y había el típico bullicio de gente hablando o gritando. Subí directamente las escaleras hacia mi habitación compartida con Remus, Pads y Peter.

Cuando entré vi una cosa alucinante.

Peter no estaba, como de normal.

Pero en su lugar vi a Remus y pads en pleno acto sexual. Cerré los ojos rápidamente, no quería traumarme de por vida.

- Prongs no es...

- Cuando acabéis venir a hablar conmigo a abajo. Los dos.

Baje las escaleras estupefacto pero contento, ya que hacían una linda pareja.

Después de unos minutos los vi bajar.

- Prongs te lo podemos...

- Sirius déjame hablar a mí. James no hace mucho, solo poco más de una semana.

- Tranquilo Remus, no me enfado, quería felicitarles. También decirles que a la próxima cierren las cortinas y pongan hechizo silenciador. No quiero encontrarme con este espectáculo cada dos por tres.

- ¿De verdad no te importa prongs?

- No.

*Narra Regulus*

Hoy era un día tranquilo así que decidí ir a la biblioteca a leer un buen libro, de esos que hacen volar lejos la imaginación.

Quería probar algo nuevo, algo de lo que poder hablar con James. Así que me fui directo a la sección muggle, cosa que, por lo visto, le gustaba mucho a James.

Estaba en medio de una historia sobre una chica a la que le gustaba mucho leer y se queda atrapada en el castillo de una bestia cuando oí una voz conocida.

- ¿Ahora lees libros muggles?

- ¿Puedo hacer algo por ti Sev?

- Solo venía a saludar, tranquilo.

- Pues molestas, así que adiós.

- Vale, vale. Solo venía a decirte que Slughorn te llama.

- Ahora voy, gracias.

Me dirigí al aula de pociones, Slughorn estaba sentado en la mesa del profesor.

- ¿Necesita algo profesor?

- A Regulus, ya has llegado. Solo quería comentarte si te apetecería dar clases de refuerzo a algunos alumnos de tu curso que van un poco retrasados. Me serías de gran ayuda.

- Claro profesor, mientras no sean muchas horas que me impidan hacer los deberes o estudiar. ¿A quién serían exactamente?

- A James Potter

¿Queeeeeeee? ¿Iba a darle clase a James? Que suerte.

*Narra James*

El profesor Slughorn me dijo que un alumno avanzado iba a darme un poco de refuerzo en pociones. Menos mal, le estoy muy agradecido, porque esta materia la llevo realmente mal.

Llego al aula y veo a Reggie sentado en una mesa.

- ¿Reggie?

- Hola James! ¿Puedes decirme que poción te gustaría practicar hoy? ¿Cuáles te salen peor?

- ¿Co-como?

¿Me va a dar él las clases?

- Creo que podríamos practicar la última que hemos hecho en clase.

- Reggie. ¿Tu eres mi profesor?

- Si, ¿no te lo había dicho Slughorn?

- Nooo. Solo me había dicho que alguien más avanzado me las iba a dar.

- Bueno, ¿quieres empezar por amortentia?

- Vale, que suerte que seas tú mi profesor.

Reggie se veía increíble dándome instrucciones, y cuando la poción estuvo acabada me hico decirle a que olía para comprobar que hubiese funcionado.

- Reggie, si digo a qué huelo yo, tu también vas a decirme que hueles ok?

- Vale.

Me acerqué al caldero muy nervioso.

- Huele a... Mmmmmm, libros viejos y colonia cara.

Me sonrojé y él también. Lo había descrito perfectamente.

- ¿A que hueles tu Reggie?

- A animal salvaje y cera para pulir escobas.

Vi cómo se sonrojaba.

- James, ¿Te puedo hacer una pregunta?

- Ya has hecho una, pero haz otra.

- ¿A que te recuerda lo que huelo yo?

- Pues, no quiero ser egocéntrico pero... Me recuerda a mí.

¿Como he podido decirle eso?

- Lo digo porque tú me gustas mucho, y como has visto, mi poción huele a ti.

- T-tu también me gustas James.

Me acerqué a él y le di un beso. Al principio se sorprendió, pero luego me siguió el beso. Fue un beso lento, tierno y cargado de sentimientos. Noté como sonreía de felicidad entre el beso.
Solo podía sentir la realidad de los suaves labios de Reggie moviéndose al compás de los míos. Al final tuvimos que separarnos por la falta de una maldita cosa llamada oxígeno.

Entonces me arrodillé.

- ¿Quieres ser mi novio Regulus?

*Narra Regulus*

Tienes a James arrodillado en frente tuyo Arcturus, ¿porque no le dices que si?

- Claro James! Pero... Mis padres no lo aprobarán.

- No quiero ser insensible, ¿pero estás seguro de seguir con ellos?

- ¿Por qué?

- Sirius me ha contado todo lo que te hacen y estoy preocupado, quiero ayudarte.

- ¿Puedes ayudarme?

- Podrías venir a vivir a mi casa, a mis padres no les importaría. Sirius ya vive allí así que estaríais juntos.

- Gracias cariño. ¿Puedo llamarte así?

Le has llamado cariñoooo, dios no conocía esta parte de tí Arcturus.

- Claro Reggie.

*Narra James*

Esa noche lo llevé a la sala común de Gryffindor y se quedó dormido en mis brazos.

¿Como puede ser tan hermoso? Con esos mechones de pelo negro cayendo suavemente sobre su cara, y esas pestañas tan largas adornando esos lindos ojos que ahora no podía ver porque los tenía cerrados.

Así me quedé dormido, admirando la belleza de mi ahora novio.

Una Historia Inolvidable (Jegulus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora