Querida Rebecca
Mi corazón es más fuerte ahora que tú estás en él, cada que te veo empieza a latir tan rápido ¿que has hecho para gustarme tanto Señorita Armstrong?
F.S
Pov Freen
—¿Otra vez escribiéndole un poema a tu amada? Eres toda una Romeo, déjame ver — Billy tomó la pequeña carta que estaba en la mesa y empezó a leerla — Aquí te falto "Por favor Rebecca, hazme caso, me muero por besar tu labios" — lanzó unos cuantos besos al aire, no pude evitar reírme y quitarle la carta.
— Jamas me atrevería de decirle algo tan atrevido. Por cierto Billy, ¿conoces a un tal Non? —
—¿Non? — asentí — sí, ese chico es un dolor de huevos, es tan intenso que no te recomiendo acercarte le, si él quiere algo créeme que definitivamente lo conseguirá. Deberías ir a dejar la carta, Rebecca no debe tardar en llegar, te recogeré cuando termine tu clase. — me despedí de Billy con un abrazo para entrar en el pasillo principal.
Mire la carta en mis manos, nunca creí que estaría haciendo algo como esto, pero mi mejor amigo me había regaño con que debería de dar el primer paso para que Rebecca mínimo me notará, aunque sería casi imposible, ella es muy hermosa y está rodeada de muchas personas, era popular, mientras que a mi solo me conocen los profesores y Billy. ¿cliché no?
Me pare frente a su casillero y coloque la carta entre las pequeñas rejas, saque de mi bolsillo un sticker de perrito que llevaba conmigo y también lo coloque dentro de las rejas.
—Ya lo sé mamá, llegare temprano para la cena, sí, ahí estaré — me espante al escuchar la voz de mi amada aproximándose, venía viendo el piso mientras hablaba por teléfono, tenia que pensar rápido así que mi única vía de escape fue meterme al bote de basura que estaba al lado. —te llamare luego. —
¿Enserió Freen? Trate de ponerme en una posición más cómoda sin hacer ruido, pero pare todo tipo de movimiento al sentír que mi mano tocó algo viscoso, aguante las ganas de vomitar al alzar un condon usado, señor, iluminame o eliminame.
— Esta vez dejaste un sticker de perrito, que lindo — escuche el pequeño susurro de Rebecca y no pude evitar emocionarme, tape mi boca con mi otra mano para no gritar. Le había gustado.
—Buenos días —era el señor de la limpieza, oh no, sentí como tomó el bote de basura para empujarlo — ¿Hecho algo pesado Señorita? Entonces porque pesa tanto — sabía que iba abrirlo y si era descubierta estaria en detención, así que me coloque bien mi capucha para que Rebecca no viera mi rostro y agarre mi arma, el condon me iba a proteger esta vez.
Al momento en que el señor abrió la tapa, salte y apunte tirandole el condon a su rostro, caí al suelo y me apresure a salir corriendo. Patitas no me fallen ahora.
—¡OYE, TÚ! ¿¡LAS CARTAS SON TUYAS!? —la verdad es que no iba a responderle pero no quería dejarla con la duda, sin darme vuelta alce mi pulgar hacia arriba —¡VUELVE AQUI! —
Ignore eso último y corrí hacia las duchas, apestaba a muerto y tenía que lavar mi mano con clorox.
Después de darme una ducha me puse mi uniforme de gimnasia, pensé un poco y no ha pasado ni un día y casi me descubren, si Billy se entera estaré muerta.
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Cartas a mi crush | FreenBecky
HumorBecky extrañamente empieza a recibir cartas de amor de su admiradora secreta, teniendo la curiosidad de saber quién es la dueña de las cartas. Mientras que esta no está dispuesta en dejar al descubierto su identidadad, no dejaría que lo supiera fác...