Cartas a mi crush | FreenBecky

Cinco: Carta equivocada

—¡Me odia! Rebecca me odia. — me aferré más a la pierna de una anciana que había encontrado en el parque.

—¿Quien es Rebecca? Más te vale que me sueltes sino llamare a la policía — limpie mis mocos en su pantalón antes de levantarme.

— Ella es mi crush... —

— Eres una chica muy extraña, ven siéntate, cuéntale a la abuela que fue lo que sucedió —

3 horas antes

Pov Becky

Al ir distraída sentí como choque contra alguien, al levantar mi vista miré a la misma chica que me había ayudado la vez pasada.

—Eres Freen ¿no? — note que sus mejillas se tornaron rosaditas, y con rapidez bajo su mirada asintiendo — en ese caso me gustaría volver agradecerte por lo que hiciste por mi. —

— Créeme que no me gusta verte triste..— la mire confundida por lo que habia dicho pero rápidamente cambio sus palabras levantando su mirada — ¡Quiero decir! No me gusta a nadie triste así que por eso lo hice, si eso. —

—Ya veo, si en algún momento necesitas de mi ayuda no dudes en decírmelo —

Ella asintió haciendo que ambas quedáramos en silencio absoluto, así que para romperlo le propuse a compañarme a mi casillero a lo cual acepto, caminábamos sin decir una palabra, no pude evitar mirarla un par de veces notando que estaba nerviosa y constantemente limpiaba sus manos en su pantalón, mientras susurraba "no digas nada raro" haciendo que me confundirá.

—Entonces.... ¿de que color es tu cepillo de dientes ? —deje de caminar al escuchar tal pregunta.

Al darse cuenta de su pregunta se apresuró a disculparse y está vez era evidente que estaba avergonzada. No pude aguantar mi risa y solté una fuerte carcajada y le hice saber que no había de que preocuparse.

Luego de esa pequeña "broma" el ambiente había mejorado, Incluso en el corto camino Freen me hacia reír con chistes bastante malos y dándome cuenta que me sentía cómoda hablando con ella. Cuando llegamos a mi casillero con prisa lo abrí dejando caer la carta que estaba dentro. Sonreí y me agache a recogerla pero al leerla mi sonrisa se borro y mi rostro se puso rojo de la ira.

—Como se atreve a llamarme así — arrugue a la carta y empecé a romperla en pequeño pedazos.

— ¿Estas bien? — Freen me miraba preocupada.

—¿Así es como me mira? Primero me escribe puras cursilerias para luego burlarse e insultarme, estas estúpidas cartas no tienen nada de valor, solo espero que después de esto no reciba nada de él, si eso pasa solo las botare. Al parecer solo quiso jugar conmigo como todos lo demás... quien estaría realmente interesado en mi.... — mire a Freen que tenia una expresión triste y sus ojos estaba lagrimosos. -¿dije algo malo? Suelo hablar sola, disculpa.— parecía como si mis palabras la hubieran lastimado.

—Tengo que irme — su actitud al parecer había cambiado, se dio la vuelta para irse pero antes volteo a verme. — Créeme que hay alguien que te ama sin importar que, porque eres una chica muy linda, no lo digo solo por tu belleza, lo digo porque todo de ti es fantástico. — Solté una pequeña risa tapando mi rostro que ahora estaba sonrojado. Claro que había recibido varios elogios de muchas personas pero nunca de alguien tan peculiar como lo era Freen.

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Ambas chicas se fueron por diferentes caminos, Freen estaba apunto de llorar, las palabras de su amada le habian dolido, quería escapar de la situación porque no sabía lo que estaba pasando, ella jamás se atrevería a insultar a Becky y se mantenía confundida porque ella no había escrito eso. Mientras que la de cabello corto se sentía decepcionada por lo que recién había leído, antes nadie le había expresado su amor de esa manera, la mayoria de chicos la miraban como un trofeo que debian de tener a toda costa y apostaban de cuanto tiempo tomaría estar con ella, Creyendo que esta vez sería diferente. En el enojo del momento habían salido palabras que no quería decir, para ella no eran simples cursilerias eran hermosas palabras que evidentemente quería ser leyendo. Aunque no lo supiera, había leído la carta equivocada.

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