-¡Vamos Blush!¡Baila, muévete! - es Rosa la que me grita.Miro a mi alrededor, estamos en la fiesta, en el césped del psiquiátrico. La gente baila como si nada, algunos con los vasos rojos que estoy cansada de ver, otros con cigarros que dios sabe de dónde los habrán sacado y otros con latas de refrescos sin gas.
Siento que alguien me da un golpe en la espalda y me giro para ver a Devon bailando. Sonrío al ver como baila y el me mira sonriente mientras me anima a seguirle. Justo a su lado, más o menos detrás suya, los otros dos amigos suyos y que siempre están con el también bailan y no se porque se me hace raro ver a tipos como ellos bailando y mucho menos así.
También reconozco a Andrew a mi derecha. Está tratando de seguir a Devon. Sonríe, ríe y me señala también animándome a bailar mientras sostiene un vaso rojo en la otra mano.
Me rio, no sé de qué pero me rio mientras giro en mi sitio y empiezo a intentar a imitar a Devon también.
Escucho gritos de euforia, la música no se detiene y todo me parece tan divertido, que parece mentira que este en un psiquiátrico.De un momento a otro, todo se detiene.
La música, el ruido, la gente... todo. Como si alguien le hubiese dado a stop o algo parecido. Entonces la reconozco, una mujer está de pie en los escalones de la entrada a las habitaciones del psiquiátrico. Es mi madre.
Esta ahí, de pie, mirándome.
-Eres una mala hija. -es lo único que dice y esa frase se repite una y otra y otra vez, como un bucle.
Me pellizco asegurándome de que no esté en un sueño pero nada.
-No te quiero, te odio. -vuelve a soltar y a pesar de que esas frases son algo tan típico y común para mi, me siento dolida, me duele.
-No eres más que un estorbo, no sé como no te aborte cuando pude. Eres horrible, me das asco.... -sigue diciendo y mis manos se colocan en mis oídos tratando de no seguir escuchando lo que dice.
-Basta, para.... -empiezo a decir pero ella no se detiene.
-Te odio, no eres más que un estorbo, maldita niñada malcriada. Eres fea, desagradecida y muy mala, nadie te querrá siendo así.... -y sigue, sigue diciendo cosas que no paraba de decirme cuando vivía con ella.
-¡Para!¡Para ya! -le vuelvo a gritar.
A pesar de que mis manos traten de taponar mis oídos, el sonido se sigue escuchando perfectamente, como si mis manos no estuviesen haciendo nada y el sonido fuese más fuerte.
Parpadeo mientras me acostumbro a la luz cálida que entra por la ventana. Me froto los ojos somnolienta antes de lanzar una mirada rápida a mi habitación y darme cuenta de que estoy sola.
A sido un sueño...
Pienso en ayer y automáticamente me aparecen imágenes de yo y Andrew bebiendo un par de vasos de aquella sustancia que ni siquiera me encargué de preguntar qué demonios era, después mi reencuentro con Devon y la presentación de Dante y Drew y...
No recuerdo nada más.
Muy bien Blush.
Me levanto de la cama con tanta velocidad que al solo apoyar la planta de los pies me mareo pero me recompongo como puedo y corro hacia el armario para sacar un mono limpio y los productos de baño para salir de mi habitación y caminar hacia los baños porque si, porque creo que necesito relajarme y pensar en todo ahora mismo.
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El psiquiátrico de las libertades (en proceso)
Teen FictionBlush quiere vengarse de su madre sea como sea de todo el daño que le hizo pero, ¿como acaba en un psiquiátrico donde conoce a cinco chicos atractivos de los que no puede quitarse de la cabeza?¿podrá finalmente Blush vengarse de su madre?