9-Incidente

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Estoy sentada en la mesa de la cafetería, desayunando. Rosa está en frente mia hablando pero ni siquiera la estoy escuchando.

-... me parece surrealista que el trío D te defienda y que luego Aren rechace a una tía delante tuya. Es que es increíble. El trío D no defiende a nadie, incluso cuando el mes pasado la banda de Fred empezó a pegar a un chico, ninguno de los tres movió un dedo y eso que estaban al lado. ¿Por qué te defendieron? ¿Sois algo? ¿Qué les has dicho?

Devon se quedó a dormir en mí habitación anoche. No le he dicho nada a Rosa como tampoco le he contado mi problema con Aren ni nada de nada. Para ella, yo soy una chica llamativa que ha llamado la atención de los chicos más guapos del psiquiátrico o la chica tonta que los tíos ven como un nuevo juguete porque es la nueva. Todavía no se cual es la perspectiva de Rosa sobre mi, pero estoy segura que es una de esas dos.

Las puertas de la cafetería se abren de golpe causando un fuerte estruendo. Me giro asombrada de ver a Aren atravesarlas mientras Henry le sigue detrás.

Aren parece enfadado mientras camina en dirección de la mesa de ¿Devon? Mientras que Henry parece querer alcanzarlo mientras le grita cosas para que se detenga.

Devon se levanta cuando ve caminar a Aren en su dirección y Drew y Dante también se levantan, a los lados de su compañero. El resto de chicos de la mesa de Devon, Dante y Drew no se levantan, si no que simplemente miran.

Aren acaba llegando a la mesa y se coloca delante de Devon de manera amenazante. Para ese entonces, ya son el centro de atención de toda la cafetería, incluso de la cocinera, y Henry lo sabe porque mira a su alrededor y se vuelve a Aren para agarrarlo por los brazos.

Henry no es más bajo que Aren, de hecho, me atrevería a decir que miden lo mismo. Aren es un tío alto, fuerte, se resiste a los empujes de Henry, que a pesar de llevar una camisa, le queda algo apretada en el pecho y brazos. El trío D no es que tampoco sean bajitos, quizás son dos centímetros más bajos que Aren, pero su altura no se diferencia cuando ambos están frente a frente tan enfadados.

-¡De que vas tío! -le grita Aren y Devon arruga el ceño. -¿¡Te cuento lo que me pasa y te vas a dormir con ella, que clase de imbecil eres!?

¿A dormir con ella?

Están hablando... de mi.

La pregunta me la respondo yo sola cuando Henry da un vistazo rápido por la cafetería y se detiene más segundos de la cuenta en mi.

-Ella no te lo pidió -segura Devon sin flaquear. -Pregúntate porque no lo hizo y porque me eligió a mi.

-No tengo nada que preguntar, te conté lo que quería hacer y vas tu y en vez de ayudarme te duermes con ella. ¿Qué clase de amigo eres tú?¿qué clase de amigos sois vosotros?

Le lanza una mirada a los tres, que están igual de serios que Henry, el cual niega mientras intenta llamar al tío de seguridad que está en la puerta de la cafetería que da al patio y que parece demasiado ocupado... mirando el móvil.

-No ha pasado nada Aren, lo que ha hecho Devon no va a cambiar nada. -le resta importancia Dante.

-¡Fernando! -llama Henry al guardia.

-¿Como que no? ¡Lo cambia todo!

-No puedes tenerlas a todas, o tienes a una o te vas con las que no les importe ser tú trapo de lloriqueos cada dos horas. -habla esta vez Drew.

-¡Fernando! -grita más fuerte Henry mientras empuja de nuevo a Aren hacia atrás.

Al parecer, el guardia se espabila y mira hacia Henry, donde ve el espectáculo formado.

El psiquiátrico de las libertades (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora