8- ¿fiesta? O ¿boxeo?

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Atención, ¡capítulo extenso!

Agarro una manzana y salgo de la cafetería en dirección a mi habitación.

Ayer Aren quería quedarse a dormir en mi habitación pero me negué. No pensaba meter a un desconocido en mi habitación a dormir conmigo, incluso aunque el desconocido supiese cosas de mi que poca gente sabía.

Lo de que mi madre nunca ha sido una madre ejemplar no era un secreto, pero no todo el mundo lo sabía puesto que mi madre se convertía en otra persona justo al llegar a casa y siempre lo pagaba conmigo. Puede que la gente de fuera (vecinos, amigos, etc...) sospechasen que tenía una mala relación con mi madre, pero de eso, a la situación actual que mantenía con ella era algo muy distinto. Solo mi amiga de la infancia, Lizzy, sabía lo del maltrato que pasaba con mi madre y la relación distante que mantenía con mi padre el alcohólico. El resto nada, nunca le conté nada a nadie, ni siquiera a mis otros amigos más cercanos. No quería sentir su lástima, no quería que me viesen como la pobre niña a la que sus padres no quieren. Porque eso es una realidad, mis padres no me quieren.

Quizás me quisieron cuando estaban juntos, pero desde que se divorciaron se volvieron personas completamente distintas, sobre todo mi madre.

Por esa misma razón me sorprende que alguien como Aren sepa algo de eso y se atreva a insultar a mi madre, no es que me ofenda porque yo tampoco es que tenga nada bueno que decir de ella pero me parece raro que lo sepa.

Que sepa donde vivo no es un secreto ya que si accede a mi expediente o mira mi fichero el cual esta en el despacho de Henry, verá la dirección y el lugar donde vivo, y digo esto porque viendo la relación que tienen entre ambos, no me parecería raro que Aren entre hasta cuando Henry no está.

Tampoco es ningún secreto que se sepa que mi mejor y más íntima amiga es Lizzy, cosa que también aparecerá en mi fichero o expediente porque es una persona la cual me conoce mejor que nadie y es un punto de apoyo para mí.

Lo de que me encantaba salir a jugar al parque era un secreto. De pequeña, mis padres iban a juzgados y a hablar con abogados para determinar su divorcio. Lllevaban varios años intentando distribuir las propiedades y firmando los papeles necesarios para ello así que mientras ellos hacían eso, una canguro se hacía cargo de mí y me llevaba a jugar al parque.

Los procesos de divorcio pueden durar mucho o poco dependiendo de varios factores. Mis padres no sabían si divorciarse y a veces tenían dudas, pero era inevitable ver como cada vez se aguantaban menos, se trataban cada vez peor y viceversa.

Recuerdo que pasaba mucho tiempo en el parque, durante mi infancia, no recuerdo muchas cosas, pero mis tardes donde me escapaba y jugaba con otros niños, donde me imaginaba que escapaba de un dragón, de un ladrón, de una bruja mientras me refugiaba en las estructuras del parque, donde pensaba q volaba mientras me balanceaba en el columpio... en fin, recuerdos que la mayoría de los niños tienen.

También mi canguro fue un gran apoyo para mi, sobretodo en ese momento tan complicado de mi vida. No sé nada de ella actualmente, ni siquiera sé si puedo contactarla y de todas formas, no tiene sentido que lo haga a estas alturas.

En fin, tendré que averiguar por mi cuenta como es que Aren sabe tanto de mi.

Esta tarde volví a mi habitación, me tumbé en la cama y me leí un libro que Henry se encargó de dejarme esta tarde cuando estaba en la cafetería cenando, me lo dio justo antes de irse a casa.

Estoy mentalizándome de ir a la fiesta de hoy, ya que tengo dudas vaya q termine otra vez drogada o vete a saber tú cómo.

Es que haber, si voy:

El psiquiátrico de las libertades (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora