7- Chico sexy número 5 y además, esta loco. 2x1

144 16 0
                                    



Prácticamente, ha pasado un día desde lo del baño. Y llevo todo el día aquí. No me ha visitado nadie a parte de Henry, al cual le ha llegado cierta información como que Blush no ha ido a desayunar hoy y entonces, él se ha presentado en mi habitación con mi desayuno y con el suyo y a desayunado conmigo.

Podría decir que me sentía incómoda cuando estaba cerca de mí por que haber, es mi psicólogo, el cual hace tan solo unos días había tenido mi primera cita con él y en la cual dijo cosas muy extrañas a mi parecer. Pero lo cierto, es que me sentía tremendamente tranquila con su presencia, no sólo me sentía tranquila si no que me sentía más que todo escuchada.

Quizás era porque en parte, Henry era psicólogo y estaba acostumbrado a eso pero de todas formas, me gusta la atención que me dedica.

Total, que he desayunado con él esta mañana y después se ha ido porque tenía una cita con otro paciente. Desde eso, no he salido de aquí y tampoco ha venido nadie.

Me levanto de la cama y me dispongo a salir de mi habitación por primera vez en todo el día. Quizás pueda pasarme por la biblioteca que me comentó Henry esta mañana o quizás también pueda ir a probar a uno de esos cursos donde hablan sobre temas variados.

Me encojo de hombros y cierro la puerta de mi habitación para caminar por el pasillo sin rumbo. Deambulo viendo a alguna que otra persona que desconozco paseando y me centro en ir a la biblioteca de forma definitiva para hacer algo con mi día.

Cuando subo a la segunda planta me doy cuenta de que ésta está mucho más animada que la primera. Hay mucha más gente de la que suelo ver. Algunos están detenidos en las puertas de las habitaciones hablando, otros dan vueltas por el pasillo y suben a la tercera planta y allí, a lo lejos del pasillo soy capaz de distinguir como Isabela habla con un chico de mono verde en el marco de una habitación.

Me apuesto a que es Fred...

Y cuando veo como empieza a mover la cabeza y a mirar por delante de ella al resto de gente, corro a las escaleras más próximas y me escondo ahí para que no me vea. No es que le tenga miedo a Isabela pero no tengo muchas ganas de que vuelva a formar uno de sus numeritos. Termino de subir las escaleras hasta ver Tercera planta, en la pared de enfrente con un color rojo intenso que advierte que has llegado a la parte peligrosa del psiquiátrico.

Miro a ambos lados del pasillo para comprobar si hay circulación y... no hay nadie. Ósea, primer pasillo: nadie. Segundo pasillo: gente. Tercer pasillo: nadie.

Parece un tipo de patrón, y lo peor es que no hay un solo guardia en todo el lugar.

Escucho una puerta proveniente de cualquier parte del pasillo y después unos pasos saliendo de la habitación. Me preparo para correr en caso de que salga de ahí algún guardia de la seguridad cuando veo al mismo chico que salió de la cita con Henry antes que yo y que justamente ayer me crucé en las escaleras.

Sale de su habitación con tranquilidad y con su mono rojo puesto y se paraliza cuando siente mi presencia en mitad del pasillo y me mira. Su mano está detenida en el pomo de la puerta entreabierta y entorna su mirada desde la distancia entrecerrando los ojos con curiosidad. Hago como que voy a algún sitio dándome la vuelta y empezando a caminar por la dirección contraria a la suya para buscar la biblioteca cuando escucho como cierra la puerta con fuerza y empieza a acercarse.

Pienso rápidamente en echarme a correr y asegurar así quizás mi vida pero no pienso en ninguna otra cosa cuando siento su mano agarrar fuertemente mi codo y paralizándome en el sitio. Sin mucho esfuerzo, me hace dar la vuelta y quedar frente a él, que sonríe con una sonrisa perversa y ladeada y de nuevo, pienso en salir corriendo porque todo en él parece gritar peligro.

El psiquiátrico de las libertades (en proceso) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora