気持ちを共有する : nine.

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Kanroji se mantuvo inquieta durante las horas de clase restante

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Kanroji se mantuvo inquieta durante las horas de clase restante. No pudo concentrarse y más de una vez el profesor le llamo la atención.

Le causaba intriga, curiosidad. ¿Por qué Nakime la había invitado a desayunar? ¿No era que no le agradaba?.

"La tipa es muy callada, casi nadie ha hablado con ella y se junta con los problemáticos de la escuela. No me soprenderia si le cayeras mal. Medio mundo lo hace".

Ella sabía que Iguro no tenía realmente la intención de lastimar la con sus palabras. Pero lo hizo y fue por eso que decidió dejar en paz a Nakime.

Aunque, muy en su interior quería volver a hablar con ella. Nakime era interesante. Mucho más que cualquiera en su aula o grupo de amigos y eso es decir mucho.

Por eso estaba emocionada por la invitación de Nakime a comer con ella en el descanso.

Le causaba un calor interno reconfortante. No lo había sentido desde hace mucho. No desde que en su antigua escuela se aprovecharon de su buen actuar, de su inocente y estúpido actuar.

Al tocar la campana un escalofrío recorre su espina dorsal. Levanta la vista y se encuentra con Nakime, seria pero con sus labios levemente curvados. Estaba sonriendo.

-Ven, vamos. - Dice la muchacha en tono bajo. Kanroji la sigue en silencio, ante la mirada curiosa de la mayoría.

Por un momento aquello la hace sentir incómoda, inquieta, nerviosa. No le gusta. No le agrada; quiere que se detenga, quiere que los demás desvíen sus ojos de ellas. ¿Acaso no tienen nada mejor que hacer? Comienza a respirar intranquila, casi hiperventilando.

Nakime se da cuenta del comportamiento ansioso de la muchacha, e inconscientemente toma su mano en cámara lenta. O así lo ve Kanroji.

El tiempo se detiene, así como el corazón de Mitsuri.

Sus latidos incrementan y su corazón golpea una vez tras otra en su caja torácica. Las dulces mariposas juguetonas que hace tiempo había intentado ahogar para no volver a sentir revolotean en su estómago. Sus mejillas arden en un carmín llamativo y vivo y su respiración también se acelera.

«¿Qué me pasa? ¿Qué me pasa? ¿Por qué todo de repente da tantas vueltas?» Confundida habla la voz de sus pensamientos. Ella no aparta su mirada de la otra muchacha más alta, ni un segundo.

Suspira cuando, sin darse cuenta, las molestas y punzantes miradas de los demás han dejado de posarse en ellas.

O tal vez no lo hicieron. Tal vez las siguen viendo, juzgando. Pero en ese momento son solo ella y Nakime, Nakime y ella.

Sonríe, luego de casi dos semanas amortiguando y ocultando su dulce sonrisa. Nakime lo vale.

Nakime vale todo su mundo.

Pero claro, Kanroji aún no lo sabe.

NA: sin darme cuenta estoy plasmando mucho sentimiento y ni idea de por qué

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NA: sin darme cuenta estoy plasmando mucho sentimiento y ni idea de por qué.

Not so straight.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora