混乱した女性 : three.

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A Nakime no le importa no haber alcanzado a desayunar

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A Nakime no le importa no haber alcanzado a desayunar. Realmente, no es la primera vez que le sucede y sabe que no será la última.

Camina con cierta tranquilidad al salón de clases, tal vez demasiada. Pero sabe que no importa, el hecho de que sea una estudiante callada hace que la mayoría de los maestros olviden que está ahí.

Se oye triste, pero, para ella está bien y es una ventaja.

Viene acompañada de Douma; que si bien están en clases distintas, el rubio insistió en acompañarla a su respectivo salón.

Ella no se negó aunque quería. De cierto forma era, ¿Tierno? No lo sabría.

Antes de entrar al salón sus oídos captaron una voz muy bonita; era dulce, tierna, parecía como la de una niña. Su curiosidad calo en su ser y decidió buscar a la ama de esa melodía.

Una muy bella.

Sus ojos se encontraron con unos de tonos verdosos, brillantes. Nakime juro nunca haber visto nada igual. Aún si uno de sus amigos era oji verde igual.

Era de la muchacha nueva de su clase, tan emocionada que ni había rastro de la versión que vió al iniciar el día.

-Nos vemos luego Nakime-Chan - Dijo Douma, tan juguetón como siempre. Nakime asintió y entró al salón.

Tal vez fue muy distraída, pues chocó con alguien más. Bufó por ello, no gustaba de tener contacto tan cercano con personas que no conocía bien; aún si eran sus compañeros de clase.

-Uy... ¡Lo lamento mucho! No te ví -. Y otra vez esa dulce melodía se paseó por sus oídos. Juro que pudo sentir su corazón dejar de latir por un segundo.

¿Por qué se siente tan bien?

-No... No pasa nada -. Dijo Nakime, con sus mejillas ligeramente rojas. Sin más, se retiró a su lugar, nerviosa y chocando con las mesas de los demás.

«¿Qué me está pasando?» Piensa, enojada. Está confundida, jamás se había comportado de esa manera y no saber la razón no hace más que frustrarla.

Mitsuri, por el contrario, observa a la muchacha de cabellos negros con preocupación. No fue su intención ir tan distraída.

Y pensaba que la había hecho enojar, por su expresión lo podía deducir.

«¿Debería disculparme otra vez? No quiero problemas» Nerviosa, apoya su mentón en su mano izquierda, pensando.

Tal vez debería intentar, pero eso sería para día siguiente. Ella misma está cansada por el primer día.

Y para colmo, llegó tarde. Caerle mal a una compañera sería mucho peor.

 Caerle mal a una compañera sería mucho peor

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Not so straight.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora