予定 : six.

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No volvieron a hablarse en dos semanas

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No volvieron a hablarse en dos semanas.

Semanas tortuosas tanto para Nakime cómo para Kanroji.

Nakime veía a su compañera desanimada, pero, no se atrevía a acercarse a ella. Sentía que tal vez la muchacha escaparía de ella.

Tal vez la había presionado mucho. Tal vez no le había agradado; y eso estaba bien, es decir, no puedes agradarle a todo el mundo. Eso Nakime lo tenía bien claro.

Pero entonces ¿Por qué sería diferente que no le agradará a Kanroji?

Nakime desconocía la respuesta, pero, quería saber. Quería saber por qué tan de repente le importaba la opinión ajena.

En específico, la opinión de Kanroji.

Durante el primer fin de semana, se mantuvo despierta durante por lo menos tres horas pensando en el por qué Kanroji de repente de desanimó tanto.

¿Habrá sido por algo que dijo?

Eso era imposible, apenas y habían cruzado más de diez oraciones.

¿Su personalidad tan honesta la molestó?

Era una posibilidad, pero, aún no terminaba de convencerla.

La semana siguiente, intentó entablar conversación con ella, pero jamás coincidía.

O uno de sus amigos de otros cursos estaba con ella, o los amigos de Nakime intervenían y hacían imposible la conversación entre ambas.

Bufa molesta, gruñendo contra su almohada resignada a mantener esa incertidumbre por siempre.

«¿Debería hablar con ella mañana?» No entiende el por qué de su desesperación. Ni el por qué de la mayoría de sus actos últimamente.

Aunque solo sabe que el único por qué que le interesa es la razón por la que Kanroji está tan apagada.

Se tomó el tiempo de buscar sus redes, es decir, tal vez y la muchacha de cabellos negros siempre fue así y ella estaba exagerando.

Descubrió que no era así. Kanroji era bastante sociable; en la mayoría de sus fotos podía verse alegre, emocionada.

Aunque notó que su cabello no era negro si no rosa y verde. Le causó curiosidad.

-¡Eso es! - Rueda por la cama, emocionada. Agarra su teléfono y luego de entrar a mensajes clickea en su teclado rápidamente al contacto de Kanroji.

Luego, sin esperar respuesta, baja rápido a la cocina y empieza a preparar dos almuerzos.

Piensa que tal vez podría regresarle el favor. Es un tres en uno.

Número uno, le regresaría el favor por el bento de su primera charla. Número dos, podría volver a hablar con ella; volver a oír su voz, su dulce y melodiosa voz. Y número tres, tal vez podría preguntar por su estado, si estaba bien.

Porque para Nakime, era muy obvio que no lo estaba.

Y por alguna razón -que, oh sorpresa, no sabía- aquello le carcomía la consciencia.

Y por alguna razón -que, oh sorpresa, no sabía- aquello le carcomía la consciencia

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Not so straight.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora