Lionel, entendía que Memo necesitaba tiempo, de hecho, ni siquiera sabía porque era que se había atrevido a besarlo, apenas se conocían e iban a un paso bastante acelerado, o más bien, Lionel estaba tomando un paso bastante acelerado.
Cada uno se durmió en horas distintas, Memo antes y Lionel después, ambos, se habían dado la espalda, ni siquiera se estaban viendo a la cara, Guillermo se había colocado así porque no quería que Lionel notará el rubor que mantenía su rostro en ese preciso momento.
A la mañana cada uno se despertó, habían sido casi juntos, solamente que Memo había sido un par de minutos antes que Lionel.
Memo, se mantenía admirando el lindo rostro de Leo, el mismo que lo había enamorado perdidamente.
Era algo que nadie había podido hacer en hace más de 6 años.
El como es que permanecía dormido hacía que se enamorara cada vez más de el, pero recordaba como es que si el y su selección no lograban meter los suficientes goles en el partido contra Arabia Saudita, no tendrían los suficientes puntos para que lograrán clasificar a Octavos de final, así que tendrían que regresarse pasado mañana a México, aunque también no sabía cómo decirle a Leo que si no pasaban tendría que regresarse a México y ya no se volverían a ver.
Temía bastante de lo que pudiera pasar a su Leo, no quería que algo malo le fuese a pasar a su pulgui, pues Memo estaba bajo amenaza por parte de Cristiano y por ello, era que también Lionel corría peligro.
A los cuantos minutos Lionel se despertó y se percató que Memo no estaba de espalda a lo que volteo a mirar al mexicano, quien solamente se encontraba perdido en sus pensamientos mientras se mantenía mirando el techo perdidamente.
—¿Qué tal dormiste ricitos?— Lionel, había decidido hablar, a lo que Memo se había asustado y por el mismo susto era que había brincado, pues no se había percatado que el argentino había despiertado —Tranquilo pibe, no te mató.— mencionó entre risas el argentino.
—Ah, es que me asuste, pero bueno, bien, ¿Y tú pulgui?— preguntó y respondió Guillermo.
—Igual ¿Ya estás listo para al rato el partido contra Arabia Saudita?— el argentino esperaba que el contrario afirmara, no quería que lo negará, ya que era ese mismo día el partido contra los Saudís y no quería que comenzará el día con una actitud negativa.
—Sí, te prometo que pasaré junto contigo a octavos.— respondió Memo, pensaba que estaba siendo bastante ingenuo, eran bastante bajas las posibilidades de que el y su selección pasarán a octavos, pero por su pulgui estaba dispuesto a prometer que haría lo que pudiera desde la portería.
—Y aunque no lo hagas, hiciste tu mejor esfuerzo.— dijo Lionel, tratando de animar al de rulos.
—Deja que le mande mensaje a Andrés, necesito sacar unas cosas de mi habitación ¿Vale?— dijo Memo mientras tomaba su celular del buro.
—Vale.— dijo Lionel mientras se levantaba de la cama, iba directamente al baño para que tomará una relajante ducha.
Mientras Memo miraba la respuesta antes dada del menor, se levantó de la
cama para ir a la habitación del antes mencionado.
—Ya me voy para mi habitación Lio, estaré allá, tengo que sacar un par
de cosas, también necesito bañarme y todo eso, gracias por haberme recibido pulgui.— dijo Memo mientras se levantaba de la cama, quería que Lionel supiera donde es que estaría si salía y ya ni estaba.—Que no se te volva a olvidar los tacos boludo.— dijo Lionel, estaba recordandole como ayer le había pedido el guardameta.
—Ah cierto, gracias pulgui.— respondió Guillermo, se había puesto feliz al que Lionel le hubiese recordado eso, pues al delantero no se le había olvidado.
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Amor a Primer Gol // Messi x Ochoa
ActionGuillermo Ochoa, guardameta de la selección mexicana quedaría sin palabra alguna al observar ante aquel tiro y gol tan más perfecto de Lionel Messi y aquel gol, no sólo había conseguido entrar en la portería y cancha, si no que también en su corazón.