-¡Ay ya, no se que puedo hacer ni tampoco sé en qué puedo pensar!-
Memo, pensaba y decía aquellas palabras con demasiado dolor, pues le tenía un cariño y un sentimiento bastante profundo e inexplicable hacia Leo, el separarse de él sería un gran golpe hacia sus emociones, su mentelidad y sobre todo hacia su vida.
Aunque apenas había tenido la oportunidad de lograr jugar con el y poder saber cómo era este más a fondo, sentía que lo conocía desde hace ya bastante tiempo e igual sabía y sentía que era el único que había logrado flechar por completo su corazón, pues nunca había tenido algún sentimiento parecido hacia alguna otra persona como se lo tenía a Leo.
Memo estaba bastante triste e igual estaba llorando, ni siquiera sabía que decisión debería de tomar, quería estar con Leo, pero no quería terminar con su carrera, tanto la de Leo como la de el mismo, pues al que todos se enteraran algunos no lo tomarían a bien y harían hasta lo imposible para que lograrán separarlos y terminar con la carrera de los dos, de igual manera no quería tener algún tipo de problema con Ronaldo, Memo, gracias a Guardado se había logrado entera que Cristiano llevaba ya un buen tiempo teniendo sentimientos hacia Leo e igual no le lograba quitar la mirada de encima, el que Memo tuviera algún tipo de relación con él argentino le llevaría problemas a los tres, tanto en su carrera como en su vida, pues Cris con tal de que Memo no se le volviera a acercar a Leo sería capaz de llegar hasta los golpes y hasta de amenazarlo.
Derrepente, se escuchaba un sonido, este era por parte del celular de Memo, interrumpiendo aquel silencio que había en aquella oscura habitación en la cual Guillermo se encontraba, un mensaje le habían enviado, era un número el cual no estaba reconocido por los contactos del mexicano
-Quien será y que chingados quiere a estas pinches horas?-
Memo, había revisado su celular, viendo si solamente había sido algún tipo de error de los contactos o del mismo Internet y si había logrado reconocer el número que estaba en pantalla, pero seguía sin ser reconocido, no sabia si responderle o no hacerlo, pues se le hacía bastante extraño que un número desconocido le mandará mensaje y sobre todo a las 03 de la mañana, no sabia que era lo que él contacto quería ni tampoco a quien le pertenecía, pero no se le hacía bastante seguro.
No le respondió, solo miró lo que contenía el mensaje, sin embargo no le respondió ni ingresó a la plataforma para lograr leerlo.
Continuó llorando, este ya tenía los ojos demasiado rojos por tanto llorar, siguió llorando hasta que logró dormirse y no respondió el mensaje que hace unos momentos le había llegado.
A la mañana siguiente, miró que tenía varios mensajes del mismo número, aún no había optado por responderle ni ingresar a la plataforma, pero suponía que era bastante importante, por los mensajes que aquel tipo le había estado enviando el resto de la noche, sin embargo quería responderle cuando Guardado estuviera con el para que así el pudiera saber que era lo que quería y también quien era
-Quién será y por qué molesta tanto?-
Siguió viendo el contenido del par de mensajes que le había estado mandando sin embargo siguió sin responderle.
Se había terminado de arreglar y llamó a Guardado para que los dos juntos lograrán averiguar de quien era aquel número y que era lo que quería
-Wey-
-Que chingados quieres Ochoa?-
-Es importante wey, te espero acá en mi habitación-
-Vale wey, ya voy-Guardado, se dirigió a la habitación de Memo para que supiera que necesitaba.
-Que wey, que es tan importante como para que lo me dejes dormir?-
-Vete a la verga-
-Entonces ya me voy-
-Esperate wey, el pedo es que un wey me anda mandando un chingo de mensajes-
-Y por que no le respondes wey, acaso soy tu papá para que te de permiso y le puedas responder o que vergas?-
-Vete a la chingada, es para que me ayudes a ver quien es y que quiere-
-Vale-Memo, tomó su celular y abrió los mensajes que le estuvieron mando toda la noche y le respondió
-No mames, son un chingo de mensajes-
-Lo sé pendejo, por eso quise que vinieras para ver aj quiere este wey-Memo respondió a los múltiples mensajes que tenía en aquel chat y al fin ambos lograron saber quién era el que le había estado mandando mensajes a Memo
-No mames, ¿es el?-
-Si wey-
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Amor a Primer Gol // Messi x Ochoa
ActionGuillermo Ochoa, guardameta de la selección mexicana quedaría sin palabra alguna al observar ante aquel tiro y gol tan más perfecto de Lionel Messi y aquel gol, no sólo había conseguido entrar en la portería y cancha, si no que también en su corazón.