El domador de leones

Capítulo 6

Harry estaba tratando desesperadamente de controlar su ira en este momento. Estaba demasiado molesto como para siquiera intentar cenar, aunque tenía bastante hambre y la comida en su plato olía increíble.

A su alrededor, los estudiantes de Hogwarts susurraban en voz alta sobre la escena que había tenido lugar pocas horas antes en el aula del nuevo profesor de Defensa. Harry había perdido los estribos con el nuevo pequeño maestro, y había tenido lugar una pelea a gritos, que terminó cuando la profesora Umbridge hizo que Harry saliera del salón de clases.

El chisme más jugoso fue la revelación que Harry había dejado escapar de que había luchado contra el resucitado Lord Voldemort. La profesora Umbridge había tratado de asegurarle a su clase que las afirmaciones de Harry no eran más que mentiras para asustarlos a todos.

Harry no tenía idea de lo que se dijo después de que se fue, pero a Harry le pareció que la profesora Umbridge había ganado esta batalla en particular. Harry podía escuchar a las personas a su alrededor expresando su opinión sobre sus afirmaciones, y eso solo sirvió para irritarlo aún más.

¿Cómo pueden todos sentarse allí y llamarme mentiroso cuando hace dos meses lo creían todo?", Preguntó Harry, manteniendo los ojos en su plato, sin atreverse a mirar hacia arriba por temor a que pudiera atacar cuando viera a alguien hablando de él. .

—Harry —dijo Neville. El chico de cara redonda se había sentado con Harry y Hermione, y se les había unido Ginny, quien esperaba escuchar lo que había sucedido de primera mano. "No estoy seguro de que lo hicieran. Dumbledore nos contó lo que había sucedido, pero solo teníamos su palabra al respecto. Pasamos el verano escuchando a través del periódico y la radio lo loco que estabas y cómo Dumbledore se está volviendo senil. Si hubiésemos tenido un poco más de tiempo antes de irnos a casa a pasar el verano, o podríamos haber visto lo que pasó en el laberinto..."

Neville dejó que sus palabras colgaran y Harry suspiró profundamente. Una vez más miró hacia abajo de la mesa hacia donde estaba sentado Ron. Ya no parecía enojado, sino malhumorado. Se giró para mirar a Harry, pero desvió la mirada rápidamente cuando captó la mirada de Harry.

"Todavía no puedo creer que la profesora McGonagall al menos no cambiaría tu detención. Quiero decir, podrías haberla cumplido con ella". dijo Hermione con tristeza.

"Ella dice que como profesora, Umbridge tiene derecho a darme detenciones". Harry se encogió de hombros. "¿Podemos salir de aquí?"

Hermione, Neville y Ginny se levantaron juntos y regresaron a la torre de Gryffindor.

"¿Por qué dejaste que te afectara de esa manera?" preguntó Ginny.

"¡No sé!" Harry gruñó. "Simplemente odiaba que hablara de lo seguros que estábamos cuando Voldemort estaba ahí fuera ahora, esperando para matarnos a todos. No podía soportarlo".

"Vas a tener que tratar de controlar tu temperamento, Harry." dijo Hermione.

"Eso es lo que dijo McGonagall". Harry suspiró. "Tengo un poco de tiempo antes de ir a ver al sapo. Trabajemos en el ensayo para Snape".

Neville comenzó a alejarse cuando Harry lo detuvo. "¿A dónde vas, Nev?"

"No pensé que querrías que estudiara contigo. Yo solo..." dijo Neville, luciendo bastante nervioso.

"Tonterías, Neville, eres más que bienvenido a trabajar con nosotros". dijo Hermione, palmeando el cojín del sofá a su lado. Harry notó que el rostro de Neville enrojecía y vio a Ginny observando al niño cuidadosamente mientras se sentaba junto a Hermione. La niña Weasley más pequeña parece estar desconcertada por algo, con el ceño fruncido por la concentración.