El domador de leones

Capítulo 17

Cuando Daphne se despertó el lunes por la mañana, se sintió muy extraña, casi separada de sí misma. La noche anterior la había pasado a solas con Harry y había sido una de las noches más románticas que habían compartido hasta ahora. Los dos se habían escapado a la torre de Astronomía y pasaron unas horas hablando. La había abrazado con fuerza bajo las estrellas, manteniéndola caliente envolviéndola en su capa. Habían compartido muchos besos apasionados y Daphne había comenzado a darse cuenta de lo mucho que realmente se preocupaba por el chico de ojos verdes.

Pero por alguna razón, mientras se levantaba de la cama, el mero pensamiento de Harry la inquietaba. Esto la dejó perpleja, ya que por lo general le encantaba despertarse, todavía pensando en su increíble novio.

"Genial. Probablemente estoy recibiendo mi..."

"Saliste tarde". Tracey sonrió mientras salía del baño de chicas, su cabello envuelto en una toalla. "¿Harry se porta bien?"

"Sí." Daphne se encogió de hombros.

"¿Algo mal?" preguntó Tracey, notando la falta de sonrisa de Daphne ante la mención de su novio.

"No. Tal vez. No lo sé". Daphne respondió sin convicción. "Creo que podría estar enfermando, o algo así".

"Bueno, podemos pasar por el ala del hospital y puedes obtener una dosis de poción de pimienta. Date prisa en Greengrass, tengo hambre". Tracey sonrió y golpeó el trasero de Daphne para que la chica se moviera.

Daphne siguió el consejo de su mejor amiga e informó a Madam Pomfrey antes de reunirse con sus amigos en el Gran Comedor. Daphne se sentó al lado de Harry, besándolo suavemente como solía hacer, pero sintió que se estaba obligando a sí misma. De hecho, por alguna razón se sintió irritada, aunque no podía entender por qué.

Su irritación creció a medida que avanzaba el día. Cada vez que veía a Harry, o estaba cerca de él, se sentía enfadada y molesta. De hecho, a medida que avanzaba la semana, también lo hacía su creciente molestia. Para el viernes, estaba evitando activamente a su novio y todos lo habían notado.

"¿Daphne?"

Draco Malfoy sonrió mientras se sentaba junto a ella en la Sala Común de Slytherin. Daphne dejó escapar un suspiro de molestia. Draco se aseguró de que hubiera suficiente espacio entre él y la chica, y mantuvo su tono amistoso mientras hablaba.

"¿Qué quieres, Draco?" Dijo, sin molestarse en ocultar su disgusto.

"Estoy preocupado. Mira, sé que a veces puedo ser un verdadero idiota, pero tengo altos estándares que exijo a la gente. Así es como me criaron. Pero no estoy aquí para hablar de mí". He notado que evitas a Potter. ¿Está todo bien?"

Daphne miró los fríos ojos grises de Draco. "¿Por qué preguntas sobre eso?" preguntó enojada. Incluso el nombre de Harry parece ser molesto. Probablemente no ayudó que fuera Draco hablando con ella.

"Solo me preguntaba si te hizo algo. Olvida el hecho de que no me gusta el chico. Eres mi compañero de casa y..."

"Draco, aclaremos algo, aquí y ahora. No me gustas, y nunca lo he hecho. Pretender ser un amigo preocupado después de todo lo que te he visto hacer, no va a ganarte mi simpatía repentinamente. Tú eres una persona vil y repugnante, y yo..."

"Cálmate." Draco sonrió en lo que sintió que era su forma más encantadora. "Solo pensé que te vendría bien un oído objetivo, eso es todo. Tracey está demasiado cerca de Potter ahora para escuchar realmente cualquier problema que puedas tener sin un poco de parcialidad hacia tu novio".

"Y lo odias, así que ¿por qué iba a hablar contigo?"

"Porque probablemente soy la única persona en esta escuela que no ve a Potter a través de lentes color de rosa. Nunca dije que no sería crítico. Como dijiste, Potter y yo no estamos de acuerdo. Pero a diferencia de muchas personas, puedo suspender mis sentimientos para escuchar sin maldecir al chico, aunque solo sea para que puedas desahogar tus sentimientos".