El domador de leones

Capítulo 22

"Dolores, te he dicho repetidamente que Potter es solo un peón. Es Dumbledore de quien debemos preocuparnos". Cornelius Fudge se frotó la cara. "Todo el mundo sabe que Potter es cercano a la familia Weasley, y si yo hubiera estado en la misma situación, habría permitido que el chico se uniera a ellos también. Ahora, te he respaldado en todas las nuevas reglas ridículas que deseaste". instituto, pero todavía tengo que obtener algo de usted con respecto a lo que Dumbledore está haciendo, y hasta que lo haga, no dejaré pasar más de sus decretos. Y otra cosa, será mejor que reine en su escuadrón de estudiantes. Estoy recibiendo cartas, y algunas de ellas son más que un poco desagradables".

Dolores Umbridge dio una pequeña sonrisa y asintió con la cabeza en comprensión. "Muy bien. Centraré mis atenciones en el Director, aunque tendrá que esperar hasta el final de las vacaciones, ya que ha decidido abandonar el castillo".

"¿Lo ha hecho?" Los ojos de Fudge se desorbitaron. "Eso es muy inusual".

"Estoy de acuerdo, Ministro. Aparte de su hermano, que vive en el pueblo, Dumbledore no tiene otra familia. No tengo idea de a dónde pudo haber ido".

"Y, por supuesto, es demasiado tarde para asignar a alguien para que lo siga. Está bien. Tendremos que esperar hasta que regrese. Deberías poder configurar algún tipo de forma de monitorear a Dumbledore para cuando regrese, y hacer sé discreto. Si alguno de los otros profesores siquiera sospecha..."

"Entonces tendré que mencionar sus revisiones y decidir si sus métodos de enseñanza están o no a la altura de nuestros nuevos estándares". Umbridge sonrió, y Fudge se estremeció un poco.

El rostro de Umbridge desapareció del fuego y Fudge volvió a su escritorio para tratar de aliviar su punzante dolor de cabeza. Las cosas se habían descontrolado tanto y ahora Cornelius no tenía más remedio que permanecer en el camino que había elegido. La alternativa era demasiado preocupante. Tenía que poder demostrarle al público que el antiguo Director, el hombre que representaba tanto bien en su mundo, estaba perdiendo sus facultades y estaba usando el miedo para presionar su agenda.

La peor decisión en todo esto había sido permitir que Dolores Umbridge fuera sus ojos y oídos dentro de la escuela. Estaba demasiado concentrada en el chico Potter. Una y otra vez, había tratado de convencerlo de que juzgara al chico por el asesinato de Cedric Diggory y lo encerrara en Azkaban.

Fudge no era un hombre brillante, pero tampoco era estúpido. No había absolutamente ninguna prueba de que Potter matara a Diggory. Era mucho más probable que el Buscador búlgaro, Viktor Krum, hubiera matado a Diggory mientras estaba bajo la influencia de la Maldición Imperius de Barty Crouch Jr. Cómo un conocido Mortífago había logrado infiltrarse en la escuela, y permanecer oculto durante un año, y mucho menos ser libre por Merlín solo sabía cuánto tiempo...

Fudge se frotó los ojos de nuevo. Las cosas se habían vuelto tan desordenadas. Tomó tantas malas decisiones, y no podía retractarse de ninguna de ellas. Haría que la gente pensara que era débil o indeciso. No. No estaba dispuesto a hacer nada para mostrar debilidad. Dumbledore fue el que se volvió loco, no Fudge. Haría todo lo posible por reinar en Umbridge y demostrar que Dumbledore estaba tratando de sembrar las semillas del discurso. Sería Cornelius Fudge a quien la gente permanecería fiel. Verían que no había oscuridad, y que las cosas ahora estaban mejor que nunca.

"¿Pensé que conocería a tu pretendiente?" Dijo el Sr. Greengrass mientras abrazaba a su hija mayor en la plataforma del tren en Londres.

"Al igual que yo". Daphne dijo con tristeza. "No sé qué pasó, pero se fue anoche. Me dijeron que era una emergencia".

"¿Deberíamos esperarlo en la cena de Navidad?" preguntó la Sra. Greengrass, luciendo esperanzada. Daphne solo pudo encogerse de hombros. Se dio la vuelta para mirar el tren, como si Harry pudiera bajarse milagrosamente de la máquina de vapor carmesí.