Amanecer

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Las cobijas se sentían calidas a su alrededor, pero a su lado su compañero dormía aprisionadola en sus brazos y eso generaba aun más calor.

Era el mejor despertar que había tenido jamás.

Aún así eran las 4 o 5 de la mañana y por la ventana se observaba cómo el sol empezaba a aparecer.

La luz inundaba de a poco la habitación.

Y era simplemente hermoso, la calidez de Draco a su espalda mientras veía de frente tal espectaculo.

Amba esa sensación de paz que la embargaba por completo.

No podía pedir nada mejor.

El brazo en su cintura la estrecho aún más al cuerpo de el.

Ella volteo y pudo ver de frente a Draco, ya estaba perdida y enamorada.

No habría nada que hacer al respecto.

Sus pestañas bañada spor luz y las facciones que hacían su rostro un obra de arte.

_Una foto dura más_su voz ronca trono por el espacio que estaba en completo silencio.

_Yo no estaba_peor su vos se apagó en el momento que sus ojos enfocaron los de el.

_Que decías_no aguanto mas, con sus manos rodeo su cuello y lo acerco para besarlo.

_Talvez si deberías darme una foto.

Su risa ronca por estar recién levantado fue música para los oídos d ella.

Mientras para el la visión de los cabellos castaños esparcidos  por las almohadas a su lado.

Eran como la bsuon de una fantasía, cómo amba despertar de ese modo.

_Buenos días cariño.

_Buenos días.

El silencio se apodero del espacio una vez más, pero fue lelnado con besos y caricias.

No necesitaban palabras para explicar la euforia del momento.

_ Enserio quiero estar contigo, más que nada en el mundo, solo quiero que seamos tu y yo.

Un suspiro escapó de sus labios.

_Yo...

_Porfavor Hermione, yo siento tanto por ti, date la oportunidad de sentir, déjame enamorarte y darte cada parte de  mi corazón, realmente lo anhelo.

Tomo su rostro e hizo que lo mirara directamente a los ojos.

_Quiero esto Draco, más que nada.

_No te vas a arrepentir, pero por ahora solo déjame consentirte y duerme un poco más.

La sonrisa de el no se podía comparar, estaba feliz, demasiando a ser sinceros.

Ella hizo caso y cerro los ojos dejándose llevar por el calor y las caricias de el.

Esto realmente era felicidad.

Y no podía pedir nada más...





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