¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
De nuevo en el trabajo, definitivamente la vida era demasiado aburrida siendo él, todo el día encerrado ahí, mínimo escuchaba historias interesantes de los ancianos, hasta las 7pm que era la hora a la que debían volver a la residencia cercana, a partir de esa hora todo era el simple ruido de los coches pasando por la carretera de enfrente y poco más, otra vez estaba intentando matar el tiempo mientras jugaba con las cápsulas de la cafetera, haciendo una torre con estas, pero de nuevo el sonido de la campanita a sus espaldas le hizo espabilarse y se giró viendo al mismo chico de la noche anterior y repitieron el mismo procedimiento, día tras día, semana tras semana, no se dió ni cuenta de cuando llegó el momento en el que tenía ya todo preparado y solo tenía que darle al botón de la cafetera para hacerle su americano, esa noche no era la excepción, esperó aquella hora en la que sus caminos coincidían y miró a la puerta cuando la campanita señaló su llegada.
Un americano ¿Verdad?- preguntó Taeyeop en un leve tono burlón y sonrió inconscientemente al escuchar la risa del contrario recibiendo un asentamiento como respuesta.
Y como tenía preparado, pulsó el botón y segundos después le sirvió su pedido, girándose para volver al mostrador.
Shin Kyubin- dijo el castaño y miró al contrario a los ojos cuando volvió a girarse- me llamo Shin Kyubin- explicó el chico presentándose.
Lee Taeyeop- se presentó de igual manera y sonrió dulcemente.
Bueno, el cliente misterioso ahora tenía nombre, eso era un avance la verdad, y combinaba a la perfección con la belleza de su rostro... Wow...
Tae negó con la cabeza disipando esos pensamientos en su cerebro ¡Literalmente solo sabía su nombre y su café favorito! Pero... Era realmente hermoso... ¡Basta Lee! Concéntrate.
Suspiró levemente mientras apuntaba un par de cosas que debían reponer y levantó la mirada cuando una sombra se apoderó de su libreta, era él, con esa linda sonrisa, dándole de nuevo el dinero de siempre, antes de abandonar el local y desaparecer en la oscuridad de la noche...
De nuevo negó distrayendose de sus pensamientos sobre Kyubin y fue a guardar el cisne de papel, ya podía crear una civilización completa con los que tenía de anteriores encuentros
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
