Begin free Kyujung

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Tenían que hablar ambos tenían demasiadas dudas aunque el más confundido era Yoojung.

Kyubin solo necesitaba la respuesta de una de sus incógnitas.

Yoojung no quería la rutina de siempre se negaba así nunca resolvería sus preguntas.

Se sentó en un pequeño sofá que tenían en la cafetería, esperando a la llegada de Kyubin, cuando este entró se levantó rápidamente y le miró.

Tenemos que hablar- dijo directamente mientras mantenía el contacto visual con él.

Yo también me alegro de verte- bromeó Kyubin mientras dejaba sus cosas en una de las mesas y se sentó a su lado en el sofá- Hablemos

Yoojung suspiró, sinceramente no pensó que llegaría tan lejos.

Kyubin notó los nervios del chico y agarró sus manos mientras le miraba- Yoojung... O bueno, Taeyeop, lo que sea, realmente nunca te olvidé, aunque pasaron varios años fue imposible hacerlo, si te soy sincero intenté pasar página... incluso sin que hubieramos llegado a ser algo en su momento.

Yoojung le escuchó atentamente y asintió, entonces sí que era él y le recordaba... pero, espérate ¿Cómo que no había pasado página? ¿Acaso él...

Yoojung- la voz del castaño lo sacó de su ensoñación- deja de pensar tanto

El rubio suspiró levemente.

Anda toma- le pasó un vaso con alguna de las bebidas alcohólicas que tenían en la estantería.

No, gracias, sigo siendo algo negado con el tema alcohol- rechazo la oferta haciendo una mueca de desagrado por el olor.

El castaño es simplemente respetó su decisión tomándose el trago y se quedaron hablando tranquilamente un rato más resolviendo las dudas de cada uno.

Venga quítate ya eso y ponte más cómodo- renegó Kyubin deshaciéndose de uno de los zapatos del rubio.

Oye no! Devuélveme eso- dijo divertido e intentó recuperar su zapato, apoyando una de sus manos en el hombro de Kyubin y arrodillándose en el sofá sin percatarse de lo cerca que habían quedado, hasta el momento en el que el contrario agarró su cintura para ayudarle a mantener el equilibrio.

Ambos se miraron y simplemente se dejaron llevar por el ambiente y por sus instintos, Yoojung se acercó tímidamente hasta unir sus labios con los de Kyubin en un tranquilo y dulce beso.

Por fin.
Ya iba siendo hora.