𝐈𝐂𝐄 | ❝ Que su sabiduría nos guíen hasta que las estrellas caigan del cielo ❞
Tras la llegada de los hermano Pevensie a la mansión Kirke, las repuestas a las preguntas que Nixie tenia comienzan a llegar terminando con las mentiras que le decían p...
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El sol brillaba en lo alto del cielo, por lo que los cinco chicos había decidido pasar la tarde en el jardín. Peter, Susan y Edmund jugaban con una pelota mientras Nixie y Lucy tenían un pequeño picnic.
—Peter se prepara... y esta listo para otra anotación. —hablo el mayor lanzado la pelota, que terminó golpeando la pierna de Edmund, quien se quejó de dolor.— Ups, despierta bello durmiente.
—Lo único que quieres es impresionar a Nixie —dijo molesto.
—Y no miente —se burló Susan.
Peter la vio esperando que no los haya escuchado, para su suerte fue así. Nixie y su hermanita estaban teniendo un pequeño picnic con el juego de té que la platinada tenía
—¿Por qué no jugamos a las escondidas? —Lucy solo rodó los ojos, después de lo sucedido ayer no le quedaban ganas de jugar.
—Dijiste que era un juego de niños —contestó el rubio.
—Además, aquí hay aire fresco —sonrió Susan.
—Es igual que el aire de adentro —dijo con fastidio.
—¿Estas listo? —preguntó Peter viendo la pelota.
—¿Y tu? —dijo Edmund golpeando el suelo con el bate.
Peter lanzo la pelota, Ed logro golpear la pelota con fuerza, pero esta salió disparada hacia una ventana terminando por romperla, un fuerte ruido se escuchó y Nixie supo de inmediato que había sido una de las armaduras.
Los cinco entraron a la casa rápidamente, al llegar la platinada superó pesadamente viendo que tenía razón.
—¿Qué hiciste Ed?
—Así me la lanzaste —se excuso.
Ambos dejaron de pelear al escuchar una voz acercarse.
—Es Macready —dijo Susan asustada, si ella los encontraba estarían en graves problemas.
Nixie intentó decirles que ella asumiría la responsabilidad de la ventana rota para que ellos no tuvieran problemas, sabía que Macready solo le daría un castigo como limpiar las habitaciones o algo parecido, pero a ellos podía darles un castigo más severo y no quería eso. No pudo ni abrir la boca cuando Peter tomó su mano para que comenzaran a correr.
—Vámonos.
Todos corrían a toda velocidad por los pasillos intentando no ser alcanzados por el ama de llaves. Pasaron por las habitaciones y cruzaron puertas. Llegaron a un pasillo con varias puertas, Peter intentaba abrir cada una de ella, pero todas estaban cerradas. Nixie intentaba decirles que se calmaran pero los hermanos estaban tan asustados con que los castigaran que no la escuchaban.
