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ataque de pánico - remus lupin

ataque de pánico
[advertencias: bastante triste]

Lupin daba vueltas en su habitación desesperado con la mirada de sus 3 amigos sobre él. Los chicos lo habían encontrado llorando en su habitación mientras pensaba y caminaba de un lado a otro.

—Hey, Remus, deja de pensar en eso, ya fue, luego lo puedes arreglar. —intentó consolarlo James.

— ¡No! ¡No es tan fácil! ¡La cagué mucho! ¡Dije cosas que si me hubieran dicho a mi, yo ya me hubiera tirado del techo! —dijo él con la voz temblorosa.

—No pudo haber sido tan malo, Remuuus. Ya cálmate. —le dijo Sirius un poco cansado del tema.

Llevaban unos 15 minutos intentando calmar al hombre lobo por la pelea que había tenido con su novia, Aurora.

La poca información que tenían los chicos era que Aurora había estado rara por lo que él le preguntó que qué le estaba pasando de una manera un poco agresiva, por lo que ella se enojó y le respondió más agresivamente aún por lo que él terminó diciendo cosas que no tuvo que haber dicho, a lo que ella se fue corriendo y llorando.

Remus era muy sensible cuando se trataba de su novia, y verla llorar siempre le había afectado mucho, por lo que los chicos entendían por qué el haberla hecho llorar le afectó tanto.

—Ya han tenido discusiones antes, lo van a poder arreglar. —dijo Peter tímidamente sin querer molestarlo más.

— ¡Esta es distinta! ¡Le dije cosas personales! ¡Le recordé y la juzgué por cosas que ella me había confiado avergonzada! —gritó llorando recordando cómo había sucedido todo. Se sentó en la cama y puso sus manos entre su cabello. —No me sorprenderá si ella termina conmigo, me lo merezco, soy el peor novio del mundo. —su voz tembló dándole a conocer a los chicos lo serio que era todo esto para su amigo.

—No digas eso, solo fue un error, nada lo dijiste en serio. —le dijo James poniendo su mano en su hombro.

Cuando Remus iba a responderle fueron interrumpidos por la puerta abriéndose. Era Lily llegando a la habitación sin si quiera notar que estaba pasando.

— ¿Alguien sabe que le pasó a Aurora? Estaba llorando en el baño, sonaba como un ataque de pánico, no quise ni preguntar. —contó mientras cerraba la puerta.

— ¿¡Estaba teniendo un ataque de pánico!? —preguntó Remus sintiéndose como si fuera a explotar de la culpa.

—Eso... eso creo. Sonaba como eso. ¿Que está pasando, chicos? —preguntó la pelirroja algo asustada al notar el ambiente.

No solo Remus se alteró a escuchar la noticia de Lily, todos los hicieron, ya que todos eran amigos de Aurora, ella era parte del grupo, y todos se preocupaban por ella.

Remus empezó a alterar su respiración involuntariamente en cuanto se levantó con rapidez al notar que no soportaba estar sentado. Sirius y Peter estaban tratando de calmarlo pero a este punto era casi imposible. Mientras que James se acercó a Lily y le susurró en el oído lo que estaba pasando.

—Ooh, entiendo. No quise interrumpirla porque pensé que podría haber sido algo acerca de lo de sus papás, pero si era sobre Remus si pude haberla ayudado. —dijo Lily arrepentida de no haber hecho nada.

—Está bien, no te preocupes. —la calmó James, pero Remus se metió en la conversación de inmediato.

— ¿Que cosa de sus papás? —preguntó el lobo.

—Ya sabes... —dijo Lily hasta que se dio cuenta que todos los chicos la estaban viendo raro. — ¿No saben? —los chicos negaron. —No se si sea la persona más indicada para...

— ¡Lily, Remus está en crisis por favor solo sácalo de tu boca, dios mío! —le dijo Sirius cada vez más cansado de esto.

— ¡Bieeen! Sus papás se están separando y su mamá la está culpando por la separación. Ha estado muy mal estos días. Tiene pesadillas o directamente no duerme. Yo supuse que ella les había contado como me contó a mi, o al menos a Remus. —la pelirroja explicó.

Todos se quedaron el silencio pensando en su amiga hasta que voltearon a ver la reacción de Lupin, el cual estaba muy confundido, y más que nada lastimado por el hecho de que no le haya dicho nada. Ellos se contaban todo, bueno, casi todo.

— ¿Por qué mierda no me diría? —susurró pensando y pensando.

—Bueno, digamos que tú tampoco fuiste el más abierto con ella con el tema de tus transformaciones hasta muy poco. —dijo James intentando defender a su amiga.

—Lo sé, pero yo tenía una razón para eso. —respondió.

—Bueno, ella tendrá una razón para no haberte dicho antes también. Yo creo que debes ir y hablar con ella. —sugirió Peter.

—Tienes razón. —se levantó de inmediato. —Debo ir por ella.