🍁 La Cuarta División
—Maldición. ¿Por qué yo tengo que hacerme cargo? Es su gato. Él se cagó en la cama, no yo.
—¡Oye! ¡Deja de hablar solo! ¡Así no podré dormir!
Al ver una luz aparecer en el oscuro pasillo, causó que me despertara. Me senté sobre el sillón y vi a Denji caminar de un lado a otro con unas sábanas en brazos mientras susurrabas entre dientes maldiciendo sobre lo que hizo ese gato. Pronto la lavadora empezó a hacer su trabajo causando un ruido descomunal que finalmente rompió mis ganas de dormir.
—Yo duermo en el sillón de una sala y no me estoy quejando —agregué recostándome en la cabecera del sillón observando a Denji llevar implementos de limpieza. Cada que salía de la habitación de aquí, se escuchaba un gruñido de su parte echándolo por completo. Entonces Denji volvía a maldecir.
—Si tanto te molesta ese gato, cómetelo —le recomendé, a lo que Denji se detuvo.
—¿Qué estás diciendo? Es la mascota de Power, ¿acaso te gustaría que me comiera a tu gato?
—Por eso no tengo gatos. Me gustan más los perros, son obedientes e inteligentes. No tendría problemas con ellos.
—No veo que tengas un perro ahora.
—¡Que me gusten los perros no significa que tenga uno! —agregué removiéndome en el sillón buscando una posición cómoda—. Tener una mascota no es algo sencillo —volví a reincorporarme para señalar a Denji—. Por eso sucedió eso con ese gato.
—Ya deja de regañarme. Estoy cansado. ¿Qué hay con ese juguete?
Miré lo que traía aferrado en mi brazo derecho, no creí que aún lo tenía. Denji apagó las luces de la lavandería y en la oscuridad se acercó a mí interesado en lo que traía conmigo.
—Qué curioso. ¿Es tu juguete?
—¡No es un juguete!
—Ya no grites. Despertarás al resto, Aki amanecerá irritado —Denji deslizó el peluche de entre mis manos y comenzó a inspeccionarlo girándolo en el aire—. ¿Qué es esto?
—¿Qué nunca habías visto un pingüino? —pregunté arrebatándoselo al ver que comenzaba a agitarlo de una manera que solo yo podía hacerlo.
—No. Por eso preguntaba.
Revisé asegurándome que Denji no le hubiera hecho nada, a lo que él soltó una carcajada.
—No sabía que a los demonios les gustaban los peluches de felpa. ¿Duermes con él?
¿Qué estaba queriendo decir?
—¿Y qué tiene?
—Nada —bostezó pasando una mano por su cabeza—. Solo intentaba decir que me pareció algo tierno para un demonio. Ya me voy a dormir. Hasta mañana.
No respondí por la extrañeza que me había dejado, era como un extraño sabor ácido en la lengua haciendo que mi estómago regurgitara. Me recosté sobre el sillón acomodándome la manta que se me había dado y sin soltar el animal de felpa miré a la nada. Luego al techo, a la pared y al reloj.
—¡Dentro de unas horas ya será la hora de levantarse! —exclamé sin respuesta.
En el silencio de la oscuridad, volví a pasear mi vista por todos los extremos de la habitación, mi única fuente de luz era la que traspasaba por las cortinas del balcón. Hoy era noche de luna llena.
No era nada especial, pero esta era mi primera vez durmiendo a la vista de una.
—Hasta mañana —musité finalmente cerrando los ojos.
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Problemé d'Émotion » Chainsaw Man
Fanfiction¿Qué es lo que ocurre cuando los humanos realizan maldades? Yuna se cuestiona sobre lo podrido que estaba el mundo, por lo que ha renunciado completamente a él. Así como toda causa tiene un efecto, ella está condenada a convivir con los seres que má...