Capítulo Ocho

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🍁 Excepción

—Esta es una demostración de mi fuerza, pero de ser posible preferiría no matar a nadie. Bajen a Denji del auto y lárguense.

¿Qué estaba ocurriendo? ¿Por qué nadie decía nada? Mis ojos se saldrían de tanto observar y esperar a Aki y a su respuesta. Definitivamente no se lo entregaríamos, ¿o sí? Asumo que todas esas personas se esforzaron para detener al Demonio Bomba, aceptar su propuesta sería haber tenido sacrificios en vano.

—¡Písale! —chillé a la par que Aki pisaba el acelerador haciendo que saliera volando hacia la parte de adelante.

El auto al menos funcionaba, eso era una buena noticia. Aki empezó a conducir a velocidad bajo la oscura intensidad de la noche, tendríamos que alejarnos lo suficiente al menos hasta que los refuerzos llegaran desde las oficinas.

Otra explosión apareció y el techo del auto se hundió.

—¡Está aquí! —repetí volviendo a acomodarme en mi asiento para no volver a salir volando hacia la ventana. La nariz había empezado a sangrarme debido al golpe, pero nadie parecía haberse dado cuenta. Todos sus rostros lucían deformados por el miedo que predominaba el Demonio Bomba.

El techo se hundía a cada golpe que recibía, no podíamos parar. Las oportunidades eran pocas al tener dos demonios malheridos y los ataques de a corta y larga distancia que eran igual de mortales.

Era una bomba después de todo.

—¡Alto ahí! ¡Demonio!

Entre la oscuridad se escuchó otro gran peso sobre nosotros, reconocía esa voz por las veces en que me lo había cruzado en la oficina y porque finalmente compartí campo de batalla en la operación contra el Demonio Katana.

Moví el pesado cuerpo de Beam, cambiamos de lugares para asegurar que era Violencia quien había aparecido en nuestra ayuda. Se enfrentaba al demonio con patadas y puños abriéndonos una puerta de escape, ganaríamos algo de tiempo.

—Qué ha sido eso —musité dejándome caer al lado de Beam.

—¿No lo ves? —respondió Ángel moviendo a Denji hacia atrás—. Han venido a llevarse a Denji y si no huimos moriremos con él.

—¡Eso lo sé! ¿Pero por qué? —exclamé ayudándolo a traer el cuerpo moribundo.

—¡Cállense ustedes dos, no es el mejor momento! —gritó Aki desde adelante.

—Sí, señor.

Ángel tomó el lugar del copiloto dejándome con los dos casi cadáveres. Podía escuchar las explosiones cada vez más cerca indicando que Violencia había sido derrotado. Al menos pudimos llegar a la carretera principal.

—¡Aquí viene!

En el trayecto vi como Ángel había brindado de su sangre a Denji, pero este no mostraba signos de poder despertar, y Beam se veía peor. Ni siquiera parecía respirar.

Pez muerto.

—¿Qué le estás haciendo?

Volteé a ver a Ángel y en silencio dejé de picar parte de la cabeza de Beam. Hice un gesto de desagrado y pasé a revisar a Denji. Quien diría que ahora me veía en la obligación de revivirlo cuando todo este tiempo lo he estado odiando por sus acciones; sin embargo, él era mi misión y si él se muriera no podría cobrar.

—Supongo que no hay más opción —suspiré—. Ángel eres un inútil, tu sangre es una mierda.

—¿Mi sangre qué?

Solo por ese comentario Aki despegó los ojos de la pista haciendo que el auto se sacudiera. Aproveché la sacudida para robar una de las plumas de Ángel haciendo que se enojara mucho, pero no hizo nada más que maldecirme.

Problemé d'Émotion » Chainsaw ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora